Panorama

Abengoa mejora ventas y beneficio hasta septiembre pendiente de su deuda

  • Logra un ebitda de 69 millones con un resultado neto de 4.733 millones, debido sobre todo al beneficio de su reestructuración financiera.

  • Las acciones de la compañía rebotan un 7% en la apertura de la Bolsa.

Sede central de Abengoa, ubicada en el campus de Palmas Altas, en Sevilla.

Sede central de Abengoa, ubicada en el campus de Palmas Altas, en Sevilla. / Juan Carlos Vázquez

Abengoa cerró el tercer trimestre del año con una mejora de sus ventas y de su beneficio bruto, pero con la mirada puesta en la evolución de su deuda, la incluida en el plan de reestructuración y, especialmente, la que ha quedado excluida por sentencia judicial. Estos resultados han hecho que las acciones de compañía rebotaran más de un 7% en los primeros compases de la sesión bursatil de este martes.

Según la información remitida por Abengoa este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, durante los primeros nueve meses de 2017 la multinacional andaluza registró ventas de 1.100 millones de euros y un ebitda de 69 millones de euros, lo que valora como "una importante mejora en rentabilidad respecto de año 2016", según señala la compañía en un comunicado remitido a este periódico.

La mejora de las ventas se explica por el incremento de la actividad de ingeniería y construcción, fundamentalmente en zonas de Sudamérica y Oriente Medio y por la puesta en marcha de nuevos activos concesionales.

La propia Abengoa reconoce que el beneficio bruto hasta septiembre está condicionada por ingresos y gastos atípicos por la venta del proyecto Norte III, con un impacto positivo de 66 millones de euros, las provisiones de costes de construcción de proyectos por un total de 127 millones de euros, y gastos de asesores relacionados con el proceso de reestructuración financiera por importe de 52 millones de euros. Sin estos atípicos, el ebitda "se hubiese situado en 182 millones de euros, frente a 78 millones en el mismo periodo de 2016", señala Abengoa, que precisa que todas estas cifras excluyen el impacto de la actividad de bioenergía y de las concesiones de las líneas de transmisión de Brasil, que se presentan como resultados procedentes de operaciones discontinuadas.

El resultado neto ascendió a 4.733 millones de euros, pero se explica en gran medida por el beneficio que se apunta por los efectos de la reestructuración financiera.

La alta deuda que aún arrastra Abengoa y su evolución serán claves para consolidar la refundación de la multinacional tras levantar hace un año el preconcurso. El endeudamiento financiero bruto asciende ahora a 5.491 millones de euros, "en línea con el nivel alcanzado el pasado junio tras la importante reducción de deuda consecuencia de la reestructuración financiera (12.258 millones de euros a cierre del ejercicio 2016)", resalta la empresa mientras explica que de estos 5.491 millones de euros, 1.801 millones de euros corresponden a deuda de sociedades clasificadas como mantenidas para la venta.

La sombra de duda sigue planeando también sobre los efectos de la sentencia del 25 de septiembre pasado del Juzgado de lo Mercantil nº2 de Sevilla, que aunque validó el acuerdo de homologación de la reestructuración también estimó las reclamaciones de la mayoría de los acreedores que no se adhirieron al citado acuerdo. La compañía cifra el impacto de esa sentencia en sólo 72 millones de euros, frente a otras fuentes que la consideran mucho mayor.

Abengoa en su comunicación al mercado y a los medios de comunicación volvió a citar que el auto del mismo juez mercantil del 30 de octubre pasado desestimó su petición de un complemento de la sentencia, y reitero que ello supone que toda la deuda impugnada por esos acreedores se reconoce íntegramente y que "los importes de deuda objeto de tal procedimiento que no se verán afectados por la reestructuración superan los umbrales previstos en los contratos que producen un eventual supuesto de vencimiento anticipado de los mismos".

PAra tranquilizar al mercado, Abengoa recordó de nuevo que en previsión de tal escenario, la compañía ya había solicitado las correspondientes dispensas bajo los distintos instrumentos financieros, que se obtuvieron el pasado 27 de octubre, "por lo que tales supuestos de vencimiento anticipado se tienen por no producidos".

Como esas dispensas se obtuvieron con posterioridad al cierre de 30 de septiembre de 2017, la compañía explica que "se ha procedido, en aplicación de las normas contables internacionales, a clasificar temporalmente en el pasivo corriente aquella deuda reestructurada que se encontraba en el pasivo no corriente". Cuando se presenten los datos del ejercicio completo de de 2017, Abengoa anuncia que "se volverá a clasificar al pasivo no corriente aquella parte de la deuda reestructurada cuyo vencimiento se espera que sea en el largo plazo". 

La empresa tendrá que contabilizar también los al menos 72 millones de deuda excluida del contrato de reestructuración y de cómo acuerden abonar esa deuda excluida del acuerdo de reestructuración que los acreedores que impugnaron han logrado salvar íntegramente al estimar que se incurría en un sacrificio desproporcionado al imponerles una quita del 70%

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