El negocio nacional de Ferrovial, igual que el de la práctica totalidad de constructoras del país, está en caída libre. De facturar por 3.500 millones en 2007 ha pasado a hacerlo por la mitad en 2011, y la previsión es de una caída de entre el 12 y el 15% este año. La evolución de ingresos en Andalucía ha seguido esta tendencia, y ahora son 500 millones los que factura Ferrovial, lo que supone un peso de algo menos de un tercio del total nacional. Entre sus hitos más relevantes se encuentran la gestión de la Autopista del Sol y el primer tramo de la circunvalación SE-40, así como la adjudicación de la autovía del Almanzora, entre Purchena y Huércal Overa. Con unos 3.000 empleados y capacidad para generar hasta 10.000 sumando los indirectos, la compañía aspira en el futuro a la gestión integral de servicios municipales (ciudades inteligentes) en al menos tres de las ocho capitales andaluzas.

Así lo glosó ayer en la Fundación Antares el consejero delegado de Ferrovial, Íñigo Meirás, que ayer pronunció una conferencia sobre la internacionalización del grupo, que representa ya un 65% de los 12.000 millones de facturación totales. Meirás confirmó que la Junta está incurriendo en impagos en obra civil, tal y como denuncian las patronales de la construcción de la región.