Economía

Asemesa asume el inminente fin del 80% de las ventas de aceituna negra en EEUU

  • La patronal exige a la UE que lleve ya a la OMC la "abusiva y arbitraria" investigación del Gobierno de Trump tras las sanciones impuestas

Asemesa asume el inminente fin del 80% de las ventas de aceituna negra en EEUU

Asemesa asume el inminente fin del 80% de las ventas de aceituna negra en EEUU

La situación del sector de la aceituna de mesa en relación con las ventas a EEUU se agrava. El secretario general de la patronal Asemesa, Antonio de Mora, aseguró ayer que da por perdido el 80% de las ventas de aceituna negra -la que es objeto de investigación por parte de la Administración Trump- de forma inminente, y el 100% a medio y largo plazo. Asume, pues, el cierre efectivo del mercado norteamericano a este producto, que supone unos ingresos anuales de 70 millones de euros.

Ésta va a ser la consecuencia de los altísimos aranceles impuestos por EEUU en dos dictámenes preliminares a raíz de dos investigaciones: una por sacar provecho de las ayudas a los productores europeos y otra por dumping (vender el producto por debajo del precio del mercado para eliminar al competidor). En noviembre, el Departamento de Comercio ya impuso una tasa del 4,47% de media a la aceituna negra española por lo primero y hace unos días del 17,13% por lo segundo. Como son acumulativas, el resultado es que las compañías deben abonar un arancel de casi el 22%, que se suma al 4% fijado de forma general para el producto. El encarecimiento del producto es tal que no merece la pena el negocio.

Ante estos altos aranceles impuestos y la forma en la que se ha llevado el proceso, los empresarios han comenzado a elevar el tono contra la Administración Trump. De Mora califica la investigación como "arbitraria y abusiva", con sanciones "desproporcionadas" que parecen dirigidas a "que desistamos de plantear batalla". "Nos exigen más documentación de lo normal, no nos dan plazos normales, investigan a un número desorbitado de empresas y ponen en cuestión las ayudas de la UE", afirma. Y reclama que la Comisión Europea -que es el organismo competente en las relaciones comerciales trasatlánticas- "plante cara". ¿Cómo? Planteando en la Organización Mundial del Comercio una disputa con Estados Unidos por la forma en la que está llevando a cabo la investigación. "Sabemos que hasta que no termine la investigación -las sanciones son preliminares, aunque de inmediata aplicación- no se pueden recurrir directamente los aranceles pero sí la manera en la que se está llevando a cabo este asunto". Lo que ha hecho hasta ahora la UE no ha pasado de gestiones o cartas, y para Asemesa eso "no es suficiente". Por eso reclama una mayor presión por parte de la administración española -ayer el PSOE criticó la actitud "contemplativa" de Rajoy en este asunto- y andaluza en defensa de los intereses del sector español.

Al fin y al cabo, como afirma De Mora, el de la aceituna de mesa es un sector pequeño dentro de la agricultura europea, pero se sienta un precedente. "Echo en falta que los demás sectores se den cuenta de qué significa esto -afirma-; parece como que hay mucha tranquilidad y no están muy preocupados, pero lo importante no somos tanto nosotros como lo que puede venir detrás".

Volviendo a los efectos en el sector, hay 35 millones de kilos de aceituna negra -los que van a EEUU- que hay que colocar para que las empresas puedan mantener su facturación. En Estados Unidos sólo algunas con marca propia, que van a segmentos gourmet o con contratos antiguos, podrán situar el producto ahora. Para la mayoría, lo más probable es que no se renueven los contratos, que expiran año a año y se renegocian precisamente en estos días. Dos de las más afectadas, Agro Sevilla y Ángel Camacho, tienen sede propia en EEUU y deberían asumir, además del arancel, impuestos y gastos asociados al transporte.

¿Dónde colocar el producto para mantener la facturación y por ende el empleo? De Mora señala como la principal medida la exploración de otros mercados, aunque admite que eso terminará produciendo desequilibrios y por tanto bajada de precios. "Al ser un sector pequeño, nuestros mercados están muy compartimentados; si en Rusia vendemos 23 millones de kilos, añadir tres nos desequilibra", afirma. En el mismo EEUU, principal mercado español con el 23% de las exportaciones, una opción es apostar por la aceituna verde -que no es objeto de la investigación- y que supone el 64% de la facturación (unos 92 millones). Hay dos problemas: uno es el del mencionado desequilibrio -habría exceso de producto- y el otro que ensaladas o pizzas demandan la aceituna negra. Los productores californianos, impulsores de la investigación, y también competidores como marroquíes, turcos y egipcios, se frotan las manos.

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