Economía

El BBVA no descarta una recaída del PIB

  • Un informe de la entidad asegura que España sigue creciendo en el tercer trimestre, pero aconseja que el Gobierno esté "atento" para tomar "medidas adicionales" que corrijan posibles desviaciones en el déficit.

El BBVA afirma que la economía española creció un 0,2% en el segundo trimestre del año, en línea con los datos que maneja el Banco de España, y con indicadores del mes de julio, asegura que ya entrado el tercer trimestre sigue en positivo, con un incremento de alrededor de una décima. El informe llama a la prudencia y afirma que "no puede descartarse una recaída transitoria de la economía durante el tercer trimestre del año". Sin embargo, estas cifras reflejan una situación de estancamiento, de crecimiento "débil", que podría reflejar nuevamente tasas negativas en el tercer trimestre al acusar los efectos de la subida del IVA, del ajuste fiscal y, con cierto retraso, de las tensiones financieras.

En su último informe Situación España, la entidad presidida por Francisco González indica que "las perspectivas de medio plazo para la economía española son mejores de lo que se preveía hace un par de meses". Asimismo, el informe destaca que las tensiones financieras "están empezando a remitir", gracias en parte a la publicación de las pruebas de estrés de la banca, que en el caso español tuvieron una implementación "rigurosa" y deberían despejar las incertidumbres de los últimos meses.

Otra de las buenas noticias es que el conjunto de los ingresos públicos podría volver a alcanzar a medio plazo fácilmente el 38% del PIB, nivel similar al promedio observado entre 1995 y 2003. "Hacia adelante, puede preverse que en el escenario más probable continuará la mejora de la confianza y disminuirá la percepción del riesgo", atestigua.

La economía está estancada

Ahora bien, estas cifras reflejan una situación de estancamiento, de crecimiento "débil", que podría reflejar nuevamente tasas negativas en el tercer trimestre al acusar los efectos de la subida del IVA, del ajuste fiscal y, con cierto retraso, de las tensiones financieras.

En este escenario, el BBVA apunta entre sus previsiones que la economía aún se contraerá un 0,6% este año, el doble que lo estimado por el Gobierno, para crecer un 0,7% en 2011, en un escenario de tasas de paro que rondarán el 19,5% en los dos años.

En cuanto a las previsiones de déficit de las administraciones públicas, el BBVA estima que se situará en el 9,6% en 2010 y en el 6,6% en 2011, tres y seis décimas más que lo previsto en el cuadro macroeconómico del Ejecutivo, respectivamente.

No hay que descartar nuevos ajustes

Así pues, el informe llama a la prudencia y afirma que "no puede descartarse una recaída transitoria de la economía durante el tercer trimestre del año". Concretamente, el BBVA apunta que "los efectos contractivos a corto plazo que pudieran derivarse del ajuste fiscal y el impacto sobre las decisiones de consumo e inversión de la mayor incertidumbre en los mercados de capital hacen que haya aumentado la probabilidad de una recaída transitoria y limitada de la economía durante el tercer trimestre".

En este sentido, el BBVA insta al Gobierno a seguir desarrollando con decisión el proceso de reformas estructurales y avisa de que "las administraciones públicas tienen que estar más atentas para tomar las medidas adicionales que sean necesarias para corregir cualquier desviación en el déficit público".

Reforma laboral

Especial atención dedica el informe a la reforma laboral, de la que dice que si no se reduce la incertidumbre, aún persistente, en torno a las causas del despido objetivo o a las condiciones de descuelgue salarial, los efectos sobre la creación de empleo o la reducción de la temporalidad serán menores de los deseado.

En el caso de la reciente aprobación de la Ley de Cajas, el BBVA considera que ha llegado en un momento "oportuno", y cree que junto al FROB facilitará el proceso de reestructuración del sector financiero, que "tendrá que seguir avanzando para asegurar que las entidades que operen en el mercado español sean rentables a largo plazo".

Al respecto, la entidad opina también que la reforma laboral no reduce el amplio menú de contratos existente, por lo que el efecto sobre la dualidad del mercado de trabajo es "incierto".

Apuesta por poner énfasis en la fiscalidad indirecta

En el capítulo fiscal, el BBVA advierte de la necesidad de que las medidas que se incluyan en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2011, entre las que previsiblemente se incluirá una subida impositiva para los más ricos, deben evitar "minar la confianza de empresas y familias". Además, considera más conveniente hacer recaer los ajustes por el lado del gasto corriente que "sacrificar" la inversión pública en infraestructuras.

Más aún, la entidad propone introducir mecanismos de financiación alternativos para ciertos servicios públicos, como la sanidad o la educación, que incrementen la participación del gasto privado en su provisión.

Además, la entidad financiera considera que debería aprovecharse cualquier debate sobre impuestos para promover un sistema fiscal más eficiente. En este sentido, cree que no es recomendable que aumenten significativamente los tipos marginales actuales a las rentas del trabajo. Del mismo modo, estima que los impuestos que pagan las empresas siguen siendo altos.

"Se dan las condiciones para que la estructura fiscal pueda moverse hacia un sistema que reduzca la carga sobre los ingresos y beneficios de los hogares y empresas, poniendo más énfasis en la imposición indirecta", añade.

A modo de resumen, el BBVA considera que con las medidas emprendidas y las que deben adoptarse a corto plazo, es de esperar que las tensiones financieras vayan remitiendo durante los próximos meses y que la economía retome la senda de crecimiento sostenido capaz de generar empleo a partir de 2011. 

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