Crisis financiera

Brown nacionaliza el Nothern Rock para preservar los derechos de sus clientes

  • Los accionistas de la entidad iniciarán medidas legales por considerar la acción del Gobierno británico un "robo".

La multimillonaria deuda a la que se enfrenta el banco británico Nothern Rock ha provocado que el Gobierno del Reino Unido decida actuar al respecto en defensa de los depositantes de dinero en el banco. Así, el primer ministro, el laborista Gordon Brown, anunció hoy la nacionalización de la entidad, que constituye una de las más afectadas por la crisis financiera estadounidense y que ha contagiado los mercados mundiales. Los accionistas del Nothern Rock se llevaron las manos a la cabeza tras conocer la operación, que consideran un "robo", y por la que iniciarán medidas legales.

Durante una rueda de prensa, Brown anunciaba a los periodistas la que será la mayor nacionalización a la que se enfrente su Gobierno. Con ella, Reino Unido pretende sacar a flote a un hundido Nothern Rock, especialmente afectado por una crisis financiera que se está dejando notar en el mercado. Basta con observar la debilitada situación en la que ha dejado al banco, incapaz de afrontar una deuda que alcanza los 90.000 millones de libras (unos 120.000 millones de euros).

Ni siquiera consiguió disminuir su deuda durante los últimos cinco meses de turbulencias financieras acudiendo al Banco de Inglaterra, que le prestó 25.000 millones de libras (algo más de 33.000 millones de euros) para ayudarle a respirar.

Por todo ello, el Gobierno laborista ha salido en su defensa y ha decidido nacionalizar la entidad, aún siendo consciente de que la operación le costará al Ejecutivo riesgos tanto políticos como financieros. De hecho, durante el tiempo en que la crisis financiera que explotó en verano en Estados Unidos comenzaba a extenderse por el resto de los mercados financieros mundiales, la reputación del Gobierno británico caía a la misma velocidad que la del Primer Ministro, Gordon Brown. Este ha sido objeto en más de una ocasión de los reproches de la oposición, que no dudan en hacerle culpable de la situación financiera actual en el país, por haber establecido una ley reguladora hace una década, cuando era ministro de Economía del Gobierno de Tony Blair.

No obstante, mientras las críticas políticas se dirigen hacia el modelo establecido por Brown, este defiende su actuación y la de su Ministro de Economía, Alistair Darling, al constituir la continuación de una política económica de estabilidad iniciada en los primeros tiempos de la crisis. En este sentido, el primer ministro aseguró que la posición británica en el mercado es favorable con respecto a la de otros países a la hora de afrontar una situación financiera plagada de turbulencias. De esta forma, Brown justificó su decisión alegando que aunque en principio permanecerá bajo control público "varios años" pudiendo ser devuelto "cuando mejoren las condiciones de mercado", supone la mejor solución de cara a los depositantes, a quien han intentado "salvaguardar" en todo momento.

A ojos de los analistas, la operación contribuirá a desahogar la competencia del banco ante el mercado hipotecario, en el que tiempo atrás constituyó uno de los competidores más agresivos del sistema.

Los accionistas, furiosos

Si el Gobierno ya tenía en contra a la oposición en esta nacionalización, los accionistas del Nothern Rock se sumaron a las reticencias que provocó el anuncio de esta operación. De hecho, la calificaron como una "medida cercana al robo", por lo que si no se ven compensados en la medida que exigen, denunciarán al Gobierno. Así lo aseguraron hoy SRM Global y RAB Capital, mayores accionistas de la entidad británica. Ambos, invirtieron en ella 150 millones de libras (199 millones de euros) en una participación del 20%, por lo que no están dispuestos a quedarse con los brazos cruzados mientras el banco toma un rumbo que no comparten.

Ambos manifestaron su disconformidad ante la oferta que Virgin en contraposición a la de Olivant, consorcio que también presentó una oferta sobre el banco.

Pero no sólo los grandes protestan ante la nacionalización del banco liderado por el ex presidente de Abbey National, Luqman Arnold, ya que los accionistas minoritarios se mostraron "furiosos" al respecto. Así, el director de la asociación británica de accionistas, Roger Lawson, ilustró su malestar argumentando que esta situación "es equivalente a un ladrón que te dice que es más provechoso robarte que establecer una negociación comercial contigo".

Por su parte, los sindicatos de Nothern Rock temen que la nacionalización traiga de la mano una pérdida de 6.000 empleos, según informó el diario ‘The Times’. Según lo previsto, el nuevo presidente de la entidad, Ron Sander, no podrá buscar nuevos negocios, sino que deberá conformarse con los clientes ya existentes, lo que conllevará una pérdida del tamaño de la entidad. De esta forma, la nacionalización supondrá, según los sindicatos, un recorte mucho mayor de lo que suponían el resto de ofertas.

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