Economía

La CAM pide 2.800 millones al FROB y pasará a estar controlada por el Estado

  • La entidad aprueba su conversión en banco, paso obligatorio para solicitar los fondos públicos · Fitch rebaja su nota al nivel del bono basura tras la ruptura de la fusión con Cajastur y las cajas de Extremadura y Cantabria

La CAM seguirá adelante con la ayuda del Estado. El consejo de administración de Caja del Mediterráneo (CAM) ha acordado pedir 2.800 millones de euros al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para cumplir los requisitos mínimos de capital exigidos por el Gobierno, según informó ayer la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La CAM, que se convierte en la entidad que más ayudas públicas ha pedido y que pasará previsiblemente a estar controlada por el Estado, acordó también transferir todo su negocio financiero a un banco, requisito obligado para dar entrada en su capital al FROB.

La petición de dinero público supondrá que el Estado se haga casi seguro con el control de la entidad, ya que su capital actual se calcula en una horquilla de entre 2.000 y 3.000 millones de euros.

Además, hay que tener en cuenta que la entrada del FROB se hará aplicando importantes descuentos sobre el valor en libros, que podrían rondar incluso el 50% en el caso de la CAM dada su delicada situación (La Caixa aplicó el 20% para crear Caixabank).

El consejero de la CAM Jesús Navarro señaló, al abandonar la reunión del consejo celebrado en la tarde de ayer y que duró unas dos horas, que la entidad seguirá "en solitario, con la ayuda del FROB, con el apoyo del Banco de España y con la solvencia que tiene".

Navarro aseguró que, con la aportación de dinero público, la CAM superará la barrera del 10% de capital básico (capital de máxima calidad) que exige el Ejecutivo. La caja alicantina también destacó que la aportación le permitirá superar las pruebas de solvencia a las que se someterá toda la banca europea el próximo verano.

No obstante, la entidad dejó la puerta abierta en el comunicado a una alianza con otras entidades "que aporten las adecuadas sinergias y compartan con la CAM la filosofía de transparencia que exigen los mercados". "La posibilidad de sumar nuevos socios está abierta y la entidad propiciará su integración si con ella su proyecto de futuro gana en tamaño y solidez, continuando con su tradicional política de integraciones", recogió el comunicado.

La decisión de la CAM se produce después de que el pasado miércoles se rompiera el proyecto de Banco Base por el rechazo de las asambleas del resto de miembros (Cajastur, Caja Cantabria y Caja de Extremadura) a incorporar a la entidad alicantina por el elevado volumen de ayudas que requería.

El Banco de España y la Caja de Ahorros del Mediterráneo ya habían intensificado en los últimos días la búsqueda de un caballero blanco que acudiera al rescate de la entidad, después de que fracasara el proyecto de Banco Base.

Pero la alta morosidad de la CAM, su exposición al sector del ladrillo, su grado de solvencia y sus necesidades de capital para cumplir los nuevos requisitos exigidos por el Gobierno han provocado que no sea un "plato apetecible" para las mayorías de las entidades a las que se les ha remitido información sobre la "salud" de la caja, señalaron ayer varias fuentes financieras. Algunas de las entidades que recibieron esa circular fueron La Caixa, Ibercaja, Sabadell, Popular, Bankia, BBVA y Santander. Éste último era el que aparecía como el principal candidato para hacerse con la CAM.

En este contexto, ayer la entidad alicantina se llevó otro jarro de agua fría. La agencia de calificación crediticia Fitch rebajó su nota hasta el nivel de bono basura después de conocerse sus problemas de solvencia, que llevaron a la ruptura de su fusión con Cajastur, Caja de Extremadura y Caja Cantabria en Banco Base.

En concreto, la agencia bajó dos peldaños la calificación hasta BB+ desde BBB+ con perspectiva estable. La caja alicantina tiene este año importantes vencimientos de deuda, con lo que la decisión de la agencia dificultará aún más la captación de fondos en los mercados.

Mientras, la agencia mantuvo las notas tanto para Cajastur como para Caja de Extremadura. "La decisión sobre el rating es consecuencia de la ruptura del plan de integración de estas cajas junto a la Caja de Ahorros de Santander y Cantabria (que no es analizada por Fitch)", explicó la agencia.

La rebaja de la CAM, prosigue Fitch, refleja la ayuda externa que necesitará la entidad dado su bajo nivel de recursos propios en un contexto de deterioro de los activos y en el que el Banco de España ha aumentado sus requerimientos de capital a las entidades.

Fitch recordó que la caja alicantina presentaba a finales de 2009 una exposición del 28% a activos inmobiliarios problemáticos, al tiempo que subrayó que su rentabilidad cayó notablemente en 2010 como consecuencia del estrechamiento de los márgenes, de los bajos tipos de interés y de las dificultades para obtener liquidez.

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