La Comisión Europea impuso ayer una multa de 9,9 millones de euros a Uralita por pactar precios con otras empresas europeas con el objetivo de repartirse el mercado del clorato de sodio, un oxidante utilizado principalmente para el blanqueo en la industria del papel. La sanción por la infracción -en la que la compañía española incurrió a través de Energía e Industrias Aragonesas, a la que absorbió en 2003- afecta también a la sueca EKA Chemicals, la holandesa Finnish Chemicals, la luxemburguesa Erikem y la francesa Arkema. En total, tendrán que pagar 79 millones de euros.

Según el Ejecutivo comunitario, las compañías sancionadas habrían alcanzado acuerdos entre 1994 y 2000 que vulnerarían la libre competencia en la UE. Con ese objetivo celebraban incluso reuniones regularmente para tratar sobre los precios y los volúmenes, intercambiar información sensible y profundizar en sus acuerdos ilegales. La investigación comenzó a raíz de las denuncias de EKA Chemicals.