Economía

España, al borde de la recesión tras caer el PIB un 0,2% en el tercer trimestre

  • El deterioro de la construcción y de la industria provoca un significativo recorte de la demanda nacional.

La economía española ya está casi en recesión. El Producto Interior Bruto registró en el tercer trimestre un retroceso del 0,2% con respecto al trimestre anterior, el primero en 15 años, debido al debilitamiento de la demanda interna y también al recrudecimiento de la crisis financiera. Así lo pone de manifiesto el informe trimestral del Banco de España sobre la economía y de confirmarse este dato España se situaría al borde de la recesión, que se podría prolongar más allá de 2008. Uno de los principales responsables de este descenso ha sido el significativo deterioro registrado en las actividades de construcción e industria que han provocado un importante recorte en la demanda nacional.

El parón de la economía española parece imparable. La economía española registró en el tercer trimestre un retroceso del 0,2% con respecto al trimestre anterior, la primera caída del PIB nacional en los últimos 15 años. El Banco de España asegura que detrás de esta desaceleración del PIB se encuentra el "significativo recorte" de la tasa de avance de la demanda nacional, que se situó en el 0,3% en términos interanuales, frente a la demanda exterior, que volvió a mejorar entre julio y septiembre, hasta situarse en un 0,6%.

A la desaceleración de la demanda interna contribuyeron todos sus componentes, aunque de forma más destacada la inversión residencial y el consumo de los hogares, mientras que la mejora de la demanda externa se debió a la "sensible reducción" de la tasa de crecimiento de las importaciones y al mantenimiento de un cierto dinamismo de las ventas al exterior.

El instituto emisor señala que el gasto en consumo final de los hogares prolongó en el tercer trimestre el perfil "de marcada desaceleración" observado desde principios de año.  Para el Banco de España, detrás del debilitamiento del consumo de las familias se encuentra tanto la pérdida de confianza, generada por la delicada situación de los mercados financieros internacionales, como la evolución más desfavorable del empleo y de la inflación, que han moderado el ritmo de avance de la renta disponible de los hogares. 

Además, apunta que la caída de las cotizaciones bursátiles y la acusada desaceleración de los precios de las viviendas están teniendo un efecto desfavorable sobre la riqueza de las familias. A su vez, el endurecimiento de las condiciones financieras podría estar contribuyendo a que los hogares pospongan algunas decisiones de gasto en bienes de consumo duradero. Todo ello está contribuyendo a un aumento del ahorro, que se situó en el 10,7% de la renta disponible en el segundo trimestre del año. 

Por el lado de la oferta, en el tercer trimestre prosiguió la "intensa corrección" de la actividad en el sector de la construcción y la caída del valor añadido de las manufacturas, a la vez que se iniciaba un proceso de destrucción de empleo que se extendió a las distintas ramas productivas, excepto a los servicios.

El Banco de España asegura que la formación bruta de capital fijo continuó retrocediendo en el tercer trimestre. Además, el endurecimiento reciente de las condiciones de financiación bancaria y las mayores dificultades para captar financiación estarían afectando negativamente a las decisiones de gasto de las sociedades no financieras. 

En construcción, el Banco de España apunta que el comportamiento contractivo de este sector se agudizó en el tercer trimestre. Así, la inversión en edificación residencial se habría reducido en el tercer trimestre a un ritmo superior al observado en el trimestre precedente, como consecuencia del significativo descenso en las iniciaciones de vivienda. 

El resto de sectores también habría experimentado un debilitamiento en el tercer trimestre. Así, la producción de la rama industrial y energética disminuyó en este periodo, como consecuencia de la desaceleración de la energía y la contracción de la industria, mientras que el sector servicios se habría desacelerado más intensamente que en el trimestre anterior. 

En cuanto al mercado de trabajo, la autoridad monetaria señala que los indicadores disponibles apuntan hacia una intensificación del proceso de destrucción de empleo, mientras la remuneración por asalariado continúa creciendo a tasas elevadas, con lo que se anticipa que el crecimiento de los costes laborales unitarios se habrían ralentizado "ligeramente" en el tercer trimestre.

Respecto a las cuentas públicas, indica que están mostrando un "rápido deterioro", asociado al propio frenazo de la economía, que está provocando un rápido descenso de la recaudación impositiva, mientras que en el caso del gasto, la activación de los estabilizadores automáticos en forma de aumento de las prestaciones por desempleo, también están contribuyendo a este deterioro. 

Para finalizar, el Banco de España afirma que este debilitamiento de la economía española se produce con un panorama económico internacional en el que se ha producido una "grave crisis de confianza" en los mercados financieros. Y la autoridad monetaria no pinta un panorama nada halagüeño. En su opinión, los últimos acontecimientos de la crisis financiera "hacen que la economía mundial afronte los próximos trimestres en un entorno de máxima incertidumbre y que se agudicen los riesgos de que la fase bajista del ciclo sea más pronunciada y duradera".

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