Economía

España volverá a crecer este año al mismo ritmo que antes de la crisis

  • Las grandes empresas prevén que el PIB avance en 2015 y 2016 en tasas cercanas al 3%. El CEC ve posible reducir el paro por debajo del 12% en 2018 "si continúan las reformas".

Los últimos análisis sobre la economía española se asemejan cada vez más a la puja de una subasta. El presidente de Caixabank, Isidro Fainé, apuntaba hace dos semanas un crecimiento del 2,3% para 2015. BBVA Research elevó su previsión el pasado martes al 2,7%. Y ahora llega el turno del Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) -el ente presidido por César Alierta y que agrupa a las principales empresas españolas-, que calcula un avance de entre el 2,5% y el 3% para 2015 y 2016, tasas similares a las que alcanzaba la economía española antes de la crisis, y lejos del 2% estimado anteriormente por el CEC.

Las cifras se enmarcan dentro del informe España 2018 y fueron presentadas ayer en la Cámara de Comercio de Sevilla por el director general del CEC, Fernando Casado, acompañado del director adjunto del Servicio de Estudios de Banco Santander, Antonio Cortina y del director de Economía y Estructura Financiera de Telefónica, Juan Antonio Mielgo.

Casado, que insistió en que los cálculos del CEC, son "conservadores", apuntó que la mejora del pronóstico se debe a la caída de los precios del petróleo y al efecto de las medidas de flexibilización cuantitativa del Banco Central Europeo sobre la prima de riesgo o la reforma fiscal. A estos factores se suma la "sorpresa positiva" de la creación de empleo en 2014, que fue superior a la esperada.

Antonio Cortina agregó que la reforma laboral ha cambiado la relación entre crecimiento y el mercado laboral, de manera que el empleo crece un 0,5% por cada punto de avance del PIB. Según el pronóstico del CEC, la economía española podría crear hasta 2,8 millones de puestos de trabajo hasta 2018. Juan Antonio Mielgo incidió en que "es posible reducir la tasa de paro por debajo del 12%" con la puesta en marcha de una batería de reformas. "Incluso se podría lograr un descenso adicional de 3,6 puntos con la lucha contra la economía sumergida", afirmó Mielgo, lo que llevaría la tasa al entorno del 8%, "similar a la del tercer trimestre de 2007, la menor de la historia". El CEC calcula que la lucha contra el fraude laboral podría aflorar más de 800.000 empleos y generar una recaudación adicional del 1%. "El 39% de los trabajadores de la economía sumergida están parados, de los que el 43% cobra el desempleo", citó Fernando Casado, que recalcó la necesidad de aumentar el número de inspectores e incentivar "la transición a la formalidad".

Para las grandes empresas existe un vínculo vicioso entre el nivel educativo, la mala legislación y el elevado fraude. El informe aboga por la reforma de las políticas activas de empleo, la formación dual con el fin de incentivar la incorporación a la vida laboral, y "avanzar hacia la flexiseguridad", lo que se traduciría en 300.000 empleos adicionales. Según el director general del CEC, flexiseguridad se traduciría en "nuevas relaciones en negociación colectiva y la conexión entre salarios y productividad".

La mayor parte de la economía sumergida se produce en empresas de menos de cinco trabajadores. Precisamente, el informe incide en la urgencia de incrementar la dimensión de las empresas a través de incentivos fiscales, el fomento de financiación alternativa a la bancaria o la reducción de trabas administrativas. "España no tiene un problema de número sino de tamaño de empresas. Por ejemplo, Andalucía tiene 40 empresas por cada 1.000 habitantes, cuatro veces más que en Alemania. El problema es que sólo 2.300 tienen más de 50 trabajadores", apuntó Juan Antonio Mielgo, que insistió en que existe una vinculación proporcional entre volumen de la empresa y su productividad, capacidad de innovación y exportación.

La mejora de las perspectivas económicas no debe servir de excusa para que la Administración se relaje. Antonio Cortina explicó la necesidad de "un ajuste fiscal más ambicioso sin penalizar el crecimiento". Entre las medidas para reducir la deuda, el informe propone privatizaciones que podrían generar hasta 35.000 millones de ingresos. Cortina especificó que Aena es un ejemplo a seguir y que se podría aplicar a otras empresas públicas como Ineco, Adif o las más eficientes del grupo SEPI.

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