Economía

El Gobierno pretende aplicar gradualmente el retraso de la jubilación

  • El Ejecutivo aprueba la propuesta de la reforma del sistema de pensiones y buscará el "máximo consenso" con los agentes sociales.

El Gobierno quiere retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años. Así lo ha confirmado el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que ha explicado que el Ejecutivo propondrá esa medida al Pacto de Toledo. Según ha dicho, los 67 años es la edad "más óptima". La medida comenzaría a aplicarse de forma progresiva a partir de 2013. "El horizonte de llegada habrá que ir recorriéndolo año a año, con un mes, mes y medio, dos meses, hasta llegar a esos 67 años que inicialmente prevé el Gobierno como edad óptima", ha dicho Corbacho. La medida afectará "lo mínimo" a quien se jubile en 2014 y "a lo mejor ya le está afectando toda la medida" a quien se jubile en 2025, ha señalado el titular de Empleo. "Si no hacemos nada, los que se jubilen entre 2020 y 2030 podrían empezar a tener algunos problemas", ha asegurado.  

Los 67 años son "una edad de referencia que muchos países europeos han ido adoptando en sus reformas de la edad de jubilación", ha explicado el ministro de Trabajo. La medida no se aplicará durante los próximos tres años, ya que España se encuentra en un "momento de ajuste de la economía y el empleo". Corbacho ha confirmado que su implantación se hará de forma gradual, de manera que "afectará lo mínimo" a quien se jubile en 2014 y "a lo mejor ya le está afectando toda la medida" a quien se jubile en 2025.     

"El horizonte de llegada habrá que ir recorriéndolo año a año, con un mes, mes y medio, dos meses, hasta llegar a esos 67 años que inicialmente prevé el Gobierno como edad óptima", ha añadido, además de indicar que "las medidas deben tener una cierta flexibilidad en cuanto a tiempo". Una de las medidas que baraja el Ejecutivo es que si a una persona le toca jubilarse en 2014 un mes más tarde, pueda elegir cuándo lo hace "aunque sea con un pequeña penalización". En todo caso, ha señalado que habrá que discutir en el Pacto de Toledo "el tiempo de carencia".  

Más allá del retraso de la edad de jubilación, el ministro de Trabajo ha afirmado que las reformas deberán afectar "a muchas cosas", como "ir quitando del sistema de pensiones algunos costes que actualmente soporta y que tendrán que ser soportados por los Presupuestos" o al mantenimiento del máximo de población activa ocupada para mantener la sostenibilidad del sistema hasta 2040 ó 2050.  

Combatir las prejubilaciones

Por otra parte, Corbacho ha indicado en declaraciones a TV3 que también existe un debate en Europa sobre la cultura de la jubilación anticipada, "una cultura a combatir". El titular de Trabajo ha sostenido que "no parece razonable" que paralelamente al debate de alargar la vida laboral, empresas jubilen o prejubilen a partir de los 50, "sobre todo si tienen beneficios". El ministro de Trabajo no ha discutido que las jubilaciones anticipadas permitan resolver conflictos laborales y ajustar plantillas, pero ha matizado que ésta "es una coyuntura" y "no puede ser la cultura de un país". "Si una empresa con beneficios quiere jubilar a partir de los 55, nada que decir, pero a partir de los 55 y hasta la edad de jubilación legal, los costes que se deriven a cargo suyo, ni un euro a cargo del presupuesto público", ha dicho.  

Estos cambios son necesarios ante la necesidad de "anticipar reformas para garantizar la sostenibilidad del sistema", ya que en 2030 un 16 por ciento de la población tendrá más de 65 años y que el coste de estas prestaciones será de casi el doble que el que tienen actualmente las pensiones. "Las pensiones no tienen ningún problema en los próximos diez años, pero si no hacemos nada, los que se jubilen entre 2020 y 2030 podrían empezar a tener algunos problemas", ha explicado.  

Por otro lado, Corbacho ha señalado que "sería deseable" hacer un gran acuerdo en torno a estas reformas en el marco del Pacto de Toledo, "poniendo el interés general de los pensionistas de 2030 por encima de los intereses de coyuntura" y "para que dentro de 20 años se pueda decir que aquellas pensiones que nacieron desde 1995 (con el Pacto de Toledo) han tenido una salud envidiable". 

"Garantizar la sostenibilidad de las pensiones"

Por su parte, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que el objetivo del Gobierno es "garantizar la sostenibilidad de las pensiones en 2030". De la Vega señaló que la propuesta de reforma será acordada con los agentes sociales en el proceso de diálogo social y será remitida a la Comisión parlamentaria del Pacto de Toledo, con el ánimo de buscar el "máximo consenso". Dijo que "hay que trabajar desde hoy por los pensionistas de mañana", al tiempo que aseguró que la implantación será progresiva, "no afectará a los actuales pensionistas y fija el final del camino en los 67 años", frente a los 65 años actuales. En este sentido, puso como ejemplo las iniciativas de otros países europeos como Holanda y Alemania de acometer reformas en sus respectivos sistemas de pensiones. 

No obstante, De la Vega resaltó la "buena salud" financiera de la Seguridad Social, pese a la crisis económica, y recordó que el Fondo de Reserva asciende a más de 60.000 millones de euros, y que se verá incrementado con otros 2.000 millones en "las próximas semanas". Señaló que el Ejecutivo debe enfrentar el "reto" del envejecimiento de la población y pensar en la sostenibilidad del sistema para futuras generaciones. 

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