Miles de agricultores y ganaderos de Cataluña se manifestaron en Barcelona en contra de la crisis y reclamando que se fijen "precios justos" frente a los "abusos" de los intermediarios. Para mejorar esta capacidad negociadora de los productores del sector, la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, instó a las comunidades autónomas a "sumar esfuerzos" a fin de lograr la "transparencia" en la vertebración del campo. 

El centro de Barcelona se convirtió en un clamor en defensa de los agricultores y ganaderos catalanes frente a la crisis. Así, miles de personas procedentes de toda Cataluña marcharon para exigir a los poderes públicos que actúen contra la crisis que atraviesa el sector y reclamar precios justos frente a los "abusos" de los intermediarios. Las 5.000 personas según los convocantes, y 3.000 según fuentes de la Guardia Urbana, desfilaron bajo el lema 'Precios justos en el campo y en la ciudad' acompañados por una quincena de tractores y pancartas en las que se podía leer 'Por la dignidad de los payeses, basta de incompetencia frente la crisis'.

El coordinador Nacional d'Unió de Pagesos, Joan Caball, indicó que si no hay una actuación firme de la administración de apoyo al sector, la agricultura y la ganadería desaparecerán en poco tiempo. Actualmente, el colectivo representa menos del 2% de la población activa catalana. Recordó que a causa de la crisis los agricultores y ganaderos ya no pueden vivir del campo, y han perdido buena parte de su renta. Tras criticar la "mala gestión" de todas las administraciones, lamentó la escasa promoción de los productos catalanes por parte de la Generalitat, ya que Andalucía destina "20 veces más de presupuesto". 

Caball también dirigió sus críticas a los intermediarios, que compran sus productos a precios inferiores a los de coste. Pese a ello, el consumidor final no nota un ahorro en su bolsillo, ya que los márgenes se mantienen. Lo ejemplificó con el precio de una 'escalivada' -verduras asadas-, ya que por una ración el consumidor paga unos 4 euros, mientras que el agricultor recibe 1,3 euros. Además, criticó la política agraria común de la UE y reclamó las mismas exigencias a los productos importados y los producidos en la UE. "Estamos dispuestos a competir en igualdad de condiciones pero no en desigualdad, porque es una política de hipócritas", añadió.

Espinosa pide un esfuerzo a las CCAA

Mientras tanto, en la clausura del 8º Congreso Nacional de Unións Agrarias (UUAA), Espinosa aseguró que, pese a la crisis, el Gobierno central seguirá "articulando medidas" destinadas a los profesionales agrarios "que tienen y van a tener resultados tangibles". Así, destacó que la agricultura y ganadería "estarán" en la "primera línea de prioridades" de la presidencia española de la UE y comprometió la defensa del mantenimiento de la PAC "después de 2013", pese a advertir de que el debate en Bruselas es "enconado" entre los países partidarios de un desarrollo agrario regulado y los que optan por la liberalización del mercado comunitario. La ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino consideró que las comunidades autónomas tienen que "sumar esfuerzos" para aumentar la capacidad negociadora de agricultores y ganaderos a fin de lograr "transparencia" en la vertebración del sector, al entender que son las CC.AA. las que "tienen las competencias más directas". 

Por su parte, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, instó al Gobierno central a adherirse al "pacto agrario gallego" para elaborar una propuesta única sobre la Política Agraria Común (PAC). El objetivo, precisó Núñez Feijóo, es garantizar la capacidad productiva de agricultores y ganaderos; que la PAC sea una "red de seguridad" del sector y que haya mecanismos suficientes para una "gestión eficaz de los mercados".