Las luchas de poder en la patronal Bárcenas opta a la reelección al frente de Cepyme

Rebelde con causa

  • Distanciado de Díaz Ferrán, que quiere alejarlo de Cepyme, insiste en que debió dimitir tras el cierre de Air Comet y advierte que luchará por mantener el cargo

Regla número uno de cualquier sicario de novela negra: no abandonar el lugar del crimen sin estar completamente seguro de que el objetivo ha caído y jamás se levantará. A Jesús Bárcenas (Valdepeñas, 1953), presidente de Cepyme, la patronal de la pequeña y mediana empresa, se lo intentaron cargar. Pero, ay, los malos abandonaron la escena dando por muerto a un moribundo con salud de hierro y espíritu rebelde. El sector más afín al jefe de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, lo quería fuera de la organización a cualquier precio. Bárcenas es de otro equipo, el de los herederos de José María Cuevas, y aquello del feeling jamás existió en su relación con el codueño del Grupo Marsans.

Días atrás, tal vez espoleado por el momento de extrema debilidad que atraviesa Díaz Ferrán -ya conocen la historia de sus deudas y cerrojazos-, Bárcenas anunció que optará a ampliar sus ocho años de mandato (llegó a Cepyme en 2002) "como un acto de responsabilidad". Lo que en realidad quiere decir el manchego es que ahora se siente fuerte, que puede perfectamente ganar unas elecciones que se celebrarán sí o sí antes del verano -"tenemos importantes apoyos fruto de nuestro nivel de compromiso"- y en las que competirá con el presidente de la patronal castellano-leonesa, Jesús Terciado, el favorito del clan rival.

¿Por qué seguir? ¿Por qué trazar una estela sospechosamente parecida a la de otros eternos de antaño como el mismo Cuevas (23 años al mando en una secuencia sólo al alcance de algunos barones políticos)? "Porque siempre he creído en las pymes y llevo 15 años vinculado a ellas en distintos cargos". "Creo que he pasado de chusquero a la oficialidad, y además tenía claro que no me iba a ir por mucha presión que existiera", comenta a este periódico vía móvil mientras viaja hacia Ciudad Real.

Bárcenas y Díaz Ferrán no se tragan. Compartir mesa en las negociaciones con el Gobierno y los sindicatos es más un prurito que un cierre de filas. El primero, también vicepresidente de la CEOE y por tanto, y en cierta forma, subalterno suyo, achaca al segundo una apatía indisimulada ante el mundo pyme. El segundo repudia al primero por su código genético, asociado a otros líderes y otras alianzas.

La debacle de Air Comet colocó a su dueño, don Gerardo, en un cadalso del que sus pies aún no han logrado despegarse. Quizás no lo logren nunca. Bárcenas señaló sin matices entonces que el otrora indiscutible líder debía dimitir. Y el tiempo no le ha hecho cambiar de opinión: "Perdió una oportunidad empresarial y habría sido bueno aislar a la CEOE de sus problemas, aunque es cierto que ha pedido la ratificación tres veces y [los empresarios] se la han dado". Lo cierto es que la patronal necesita concentrarse en el diálogo social y en la tímida y bastante indefinida reforma laboral sugerida por el Gobierno. "En julio de 2009 no fuimos capaces de llegar a acuerdos, pero la sociedad no nos perdonará que repitamos el mismo error", advierte Bárcenas. "Todos tendremos que ceder".

En la conversación no se cuela la eventual sustitución de Díaz Ferrán al frente de la CEOE. El presidente de Cepyme, propietario de una empresa de instalaciones eléctricas, es un hombre directo pero elegante. Personas de su círculo más próximo sí se atreven, desde el anonimato, a proponer un plan B al díazferranato. "Santiago Herrero [presidente de la CEA] es un hombre muy competente y, pese a tener un perfil más técnico que empresarial, sería un candidato perfecto en estos momentos", aventuran. El propio Herrero cobró protagonismo en las horas más bajas de Díaz Ferrán, que puso en sus manos conversaciones cruciales con los sindicatos en el ámbito laboral cuando el instinto le invitó a huir de los medios. Ahora que el tótem ha vuelto, hecha ya la foto de familia en La Moncloa con Zapatero, Méndez, Toxo y Bárcenas, Santiago Herrero regresa a la trastienda, desde donde a veces tejer una estrategia -y pensar en su despliegue- es más fácil.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios