Las plantas catalanas de Seat y Nissan confían en los mercados extranjeros y en encargos ya firmados o a punto de cerrarse para capear los próximos meses y evitar una nueva destrucción de empleo, tras la caída de ventas de julio por los efectos negativos de la subida del IVA y el fin de las ayudas. Los datos sobre las ventas de vehículos el mes pasado, que bajaron un 24% en España en relación a junio, han sido recibidos como un jarro de agua fría por los fabricantes, que ya empiezan a pedir la reedición de las ayudas del Plan 2000E.

Seat ha depositado sus esperanzas de mantenimiento de la producción y del empleo en el Audi Q3, que se empezará a ensamblar el primer semestre de 2011, aunque a final de año ya se iniciarán las preseries. La mayor producción del primer semestre de este año permitió a Seat desactivar en el 40% el ERE temporal que se aplica ahora, aunque todo apunta a que en otoño la dirección y el comité de empresa de la planta de Martorell tendrían que negociar una ampliación de este expediente o uno nuevo. En los primeros siete meses de 2010, la marca líder en España aumentó un 27,4% sus ventas respecto al año anterior, pese a la caída de julio, que en su caso fue del 19,8%,

La otra compañía con planta en Cataluña, Nissan, se muestra "relativamente tranquila" respecto a las perspectivas del otoño, en parte porque un porcentaje importante de los vehículos que fabrican -en especial los todoterrenos y las furgonetas- tiene como salida el mercado exterior, más boyante que el español. Según los datos de Anfac, el peso de las exportaciones ya es muy alto para ambas plantas: en Nissan suponen el 57% de la producción y en la planta de Martorell, de Seat, llegan al 68%, lo que podría paliar futuros ajustes de plantilla provocados por el descenso de las ventas en España. En junio, Seat había exportado más de 118.000 vehículos, un 7,2% más que en el mismo período del año anterior. Y en el caso de la planta de Nissan, se superarron los 23.00 vehículos, más del triple que en el primer semestre de 2009.