Economía

Varufakis pide tiempo hasta mayo y Schäuble insiste en que Grecia debe respetar los acuerdos

  • El ministro de Finanzas griego no consigue convencer a su homólogo alemán. Tsipras dice que negociará con los socios y garantiza los depósitos bancarios

El ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, pidió en Berlín un "programa puente hasta finales de mayo" para que Atenas pueda consensuar una salida a la crisis con los socios europeos, pero su colega alemán, Wolfgang Schäuble, insistió en que el camino es cumplir los acuerdos vigentes. Varufakis lanzó su propuesta en la rueda de prensa conjunta que siguió a su encuentro en Berlín con Schäuble, su primera reunión directa con un miembro del Gobierno alemán y, por ahora, la última escala en una gira europea que en los últimos dos días le ha llevado a Roma, París, Fráncfort y Londres.

Horas después de que el Banco Central Europeo (BCE) anunciara que dejará de aceptar los bonos griegos como garantía en sus operaciones de refinanciación, Varufakis pidió un programa provisional para tener tiempo y consensuar "un nuevo contrato" entre Grecia y sus socios europeos que solucione "de una vez por todas" la crisis de su país. "Exigimos una oportunidad para mostrar nuestras propuestas", aseguró el ministro griego después de destacar que sus socios no han dado "poco, sino demasiado dinero" a Grecia, pero para un fin equivocado: "Servir una deuda insostenible".

"We agree to desagree" ("Estamos de acuerdo en que no estamos de acuerdo"), dijo Schäuble recurriendo al inglés de su interlocutor para dejar claros los desacuerdos entre Berlín y Atenas y también su disposición a seguir dialogando tras una conversación que calificó de "abierta e intensa". El ministro alemán insistió en que Grecia debe seguir negociando con las instituciones que forman parte de la troika -Comisión Europea (CE), BCE y Fondo Monetario Internacional (FMI)- para encontrar una solución a la crisis. "Grecia debe seguir negociando con las tres instituciones, la CE, el BCE y el FMI, algo que forma parte de los que hemos acordado en los planes de ayuda", recordó,

Admitió además que durante la reunión no pudo ocultar su "escepticismo" ante algunas de las primeras medidas anunciadas por el gobierno del primer ministro griego, Alexis Tsipras, porque no cree que vayan "en la dirección correcta", aunque, según dijo, Varufakis le explicó que esas iniciativas todavía no están aprobadas. Schäuble resaltó que, pese al triunfo electoral de Tsipras, la política de ayuda a Grecia también tiene que respetar la voluntad de los electores de otros países europeos. "Naturalmente hay que respetar la voluntad de los electores griegos, pero también hay que respetar la voluntad de los electores en otros países europeos", manifestó tras recordar que cualquier decisión que se adopte en el marco de la unión monetaria debe ser avalada por los parlamentos nacionales.

Al ser preguntado más tarde por un periodista griego acerca de si tenía algo en contra de que un gobierno como el de Alexis Tsipras quiera cumplir las promesas electorales, Schäuble recalcó que las promesas a costa de otros no son realistas. Schäuble recordó que tuvo un encuentro con el ahora primer ministro griego cuando estaba en la oposición. "Discutimos abiertamente y no le dejé ninguna duda sobre cuál era la posición de los otros socios europeos", aseguró. En este contexto insistió en la necesidad de cumplir con los compromisos adquiridos y aseguró que en los planes de ayuda a Grecia los socios europeos habían ido "hasta el límite de lo posible".

Por su parte, Varufakis insistió en la necesidad de tiempo y pidió a los alemanes que confíen en que el nuevo gobierno griego hará propuestas "razonables", sin maniobras tácticas, y se comprometerá con reformas macroeconómicas eficientes Según apuntó, en su reunión con Schäuble no abordó ni la posibilidad de una quita de la deuda pública helena ni el calendario de una posible reestructuración, porque el objetivo del encuentro era sentar las bases para "debatir una aproximación para poner fin a esta crisis que parece interminable".

Schäuble admitió que, después de la crisis financiera, Grecia era el país que había tenido que recorrer "el camino más difícil", pero subrayó que "hay que decir que los motivos del duro camino están en Grecia y no en Europa ni en Alemania". Por ello ofreció su pleno apoyo a Varufakis en su propósito de mejorar la recaudación fiscal. "Entendemos que los acomodados en Grecia tienen que pagar su parte, que se necesita una buena administración fiscal y una lucha contra la corrupción", dijo Schäuble. "He reiterado mi oferta de dar toda la ayuda posible para crear una administración fiscal efectiva. Ya había hecho lo mismo con gobiernos anteriores pero lamentablemente no hemos llegado a poner ello en práctica", agregó.

Tsipras dice que negociará con los socios y garantiza los depósitos bancarios

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, aseguró que negociará con los socios de la UE, de los que espera "propuestas", y garantizó la seguridad de los depósitos bancarios, después de que el BCE anunciara que deja de aceptar los bonos helenos como garantía. "Todos pueden estar seguros de que este Gobierno hará lo que dice, lo que impone la historia de este país... Grecia tiene ya su propia voz y su propia capacidad de negociación", afirmó Tsipras en en la primera sesión del grupo parlamentario de Syriza, tras la constitución del nuevo Parlamento.

El primer ministro recordó que en los últimos días el Gobierno griego ha presentado sus propuestas a los socios europeos y ahora espera las suyas. "Esperamos con mucho interés las propuestas de Alemania. No hemos escuchado nada concreto", dijo Tsipras en alusión al encuentro que mantuvieron en Berlín los ministros de Finanzas de Alemania y Grecia.

El primer ministro pidió "tiempo", ya que destacó que "no solo Grecia lo necesita, sino toda Europa". "Respetaremos las reglas y pedimos a nuestros socios que respeten la democracia", remarcó Tsipras. "Les pedimos que respeten la voluntad del pueblo de no continuar con un programa erróneo que tuvo como consecuencia la pérdida del 25% del PIB, el aumento de la deuda a casi el 180% del PIB, llevó a que un millón y medio de personas perdieran su trabajo y la población se empobreciera", añadió. Tsipras se mostró decidido a "no traicionar la confianza de los ciudadanos" y a respetar el "compromiso" adquirido en las urnas.

El primer ministro aseguró que los depósitos bancarios están "completamente garantizados" y reiteró que a "la democracia griega no se la chantajea, porque tampoco en Europa la democracia puede ser chantajeada". "Los griegos hicieron su elección. No hay posibilidad de volver a los años difíciles", aseguró Tsipras para añadir: "los que no aceptan eso, no contribuyen a nuestro futuro común".

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