Foro Pyme: Realidad y Reto de las Pymes

La fórmula de la competitividad

  • La innovación y la internacionalización juegan un papel fundamental en el camino al éxito empresarial. El consultor Marcos Urarte y el director general de Menbur, ponentes de lujo.

¿De qué depende el éxito empresarial? ¿Cómo se miden las posibilidades de supervivencia de una compañía? ¿Cuál es la fórmula de la competitividad, en definitiva? A estas preguntas, que están ligadas a cualquier aventura empresarial y que rondan la cabeza de la mayoría de los pequeños y medianos empresarios, intentaron ayer responder los participantes en el Foro Pyme organizado por Grupo Joly, editor del periódico Granada Hoy, y el Banco Popular. Ante un salón de actos repleto de empresarios, que representaban a buena parte del tejido productivo granadino, el director general de Menbur, Miguel Mena, y el consultor estratégico y miembro del Top Ten Management Spain Marcos Urarte, desgranaron las claves que hacen de una empresa, sea cual sea su sector, un proyecto de éxito.

Urarte, que se bajó del atril y, como los buenos speakers, se colocó un micrófono inalámbrico que le permitió pasear frente a las mesas, explicó que hoy más que nunca, cuando la marea económica no arrastra hacia el éxito, las empresas tienen que "remar" a contracorriente. "En casi 30 años la economía española ha ido creciendo y la marea de crecimiento eran tan fuerte que, por mal que lo hiciéramos, las empresas crecían". Ahora, una vez que ha cesado esa corriente, se ha hecho evidente la diferencia "entre las empresas que remaban y las que se dejaban arrastrar". Y toca seguir trabajando, porque "el éxito pasado y el presente no garantiza el éxito futuro" y la única forma de garantizarlo es cuestionarse constantemente lo que uno está haciendo.

Para hacerse las preguntas correctas, Marcos Urarte desveló ayer en el Foro Pyme de Banco Popular y Grupo Joly la "fórmula de la competitividad", la clave para que una empresa consiga su objetivo finalista: "el máximo de ventas con la mejor rentabilidad contribuyendo al desarrollo social y de forma sostenible", teniendo siempre en cuenta que el fin no es "hacer muy bien las cosas, sino hacer cosas por las que alguien esté dispuesto a pagar".

En esa fórmula magistral, explicó Urarte, juegan un papel fundamental la productividad; el precio -que pasa por la optimización de los costes-; el posicionamiento -determinado por la imagen, la marca y la reputación-; el personal y su talento; el país -la zona geográfica, sus infraestructuras, su política de I+D y su acceso a la financiación-; la innovación; la cultura de la empresa; y, por supuesto, la calidad del producto o del servicio.

El consultor hizo mucho hincapié en la innovación, algo que conoce bien la empresa granadina Menbur. Marcos Urarte aclaró que innovar no está ligado únicamente a la tecnología, ni requiere una inversión millonaria, ni está limitado a las grandes empresas. Cualquier compañía puede innovar, ya sea en un producto o en su modelo de negocio.

Y uno de los mejores ejemplos es Menbur, que ha pasado de ser un taller pequeño dedicado exclusivamente a la fabricación bolsos y carteras de colegial a convertirse en una gran empresa de moda que lleva sus zapatos a buena parte del mundo y que ha sido capaz de llevar a cabo un proyecto de internacionalización exitoso y muy, muy provechoso. Miguel Mena, el director general de Menbur e hijo del fundador de aquel pequeño taller en Iznalloz, aseguró que "la innovación es una actitud", que el hecho de trabajar en un sector artesanal no impide desarrollar una actitud innovadora.

Mena narró ayer la historia del éxito de la compañía granadina, que ni mucho menos ha terminado pero que sí ha recorrido muchas etapas del camino. Mena indicó que la exportación, la internacionalización de la empresa allá por los años 90, marcó un antes y un después en la trayectoria de Menbur. Desde las primeras incursiones en ferias de Lisboa, París o Milán, la empresa ha sabido abrirse camino por el mundo, estando presente ya en 70 países y habiéndose consolidado como líderes europeos en bolsos y zapatos de fiesta, su especialidad.

Miguel Mena reconoció que la internacionalización, por supuesto, tiene sus exigencias. Pero compensan sus beneficios, ya que el mercado internacional "ofrece oportunidades difíciles de encontrar quedándose en casa". Salir fuera, recordó el director general de Menbur, requiere cambiar las fechas de producción y de lanzamiento, el desarrollo de nuevos productos y la mejora de su calidad, la ampliación de la gama o la adaptación a las distintas normativas de los países a los que se decida acudir. Además, conlleva un riesgo por el cambio monetario, supone un aumento de los costes estructurales y, sobre todo, impone nuevas necesidades de financiación.

Pero las ventajas son mucho mayores. Y lo dice Menbur, una compañía en la que el 60% de la facturación depende del negocio internacional. Las compañías que exportan, que prueban suerte en el extranjero, ven disminuir su riesgo de mercado, incrementan la facturación, encuentran nuevas oportunidades y asociaciones ventajosas y, sobre todo, se convierten en empresas más competitivas. Así que el mensaje de Mena fue claro: "demos el paso; si lo estamos pensando, vamos a hacerlo". La clave, continuó el director de Menbur, ya en el coloquio con los empresarios, moderado por la directora de Granada Hoy, Magdalena Trillo, es "la actividad impulsora y la actitud no conformista" porque, al final, "a emprender se aprende emprendiendo".

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