Economía

Un hito en sostenibilidad

  • El Campus Palmas Altas será el mayor complejo tecnológico empresarial de iniciativa privada del sur de España. El centro concentra toda la actividad que Abengoa desarrolla en Sevilla en torno a las tecnologías más avanzadas, la excelencia medioambiental y el desarrollo sostenible.

La culminación de las obras de Campus Palmas Altas, la nueva sede social de la multinacional andaluza Abengoa, ha colocado a Sevilla en la primera línea de la arquitectura moderna. El complejo fue inaugurado la semana pasada por los Reyes de España y está considerado el edificio más sostenible de Europa gracias a las avanzadas soluciones aplicadas para minimizar el consumo energético y reducir las emisiones de dióxido de carbono. El campus es el mayor complejo tecnológico empresarial de iniciativa privada del Sur de España. Ha sido diseñado por un equipo liderado por el arquitecto británico Richard Rogers, galardonado en 2007 con el premio Pritzker y autor de la T-4 de Barajas, entre otras obras. En el diseño también han participado los españoles Vidal y Asociados Arquitectos, el estudio sevillano Juan Fernández Carbonell y la empresa de ingeniería Arup.

Abengoa ha levantado su nueva sede en un solar de 42.100 metros cuadrados situado junto al nudo viario de Bellavista, en la intersección de la A-4 con la autovía de circunvalación SE-30, una zona llamada a convertirse en el símbolo del modelo económico inspirado en la alta tecnología y la sostenibilidad.

El complejo acogerá las nuevas oficinas centrales de la multinacional sevillana y concentrará toda la actividad que Abengoa desarrolla en Sevilla en torno a las tecnologías más avanzadas y el desarrollo sostenible. El traslado de los trabajadores culminará a final de año. Una vez funcione a pleno rendimiento, el campus acogerá a más de 2.200 personas. Palmas Altas tiene una edificabilidad de 50.000 metros cuadrados y contempla un total de siete bloques de oficinas, distribuidos en dos grandes edificios agrupados en torno un parque central. Cada bloque tiene un máximo de cuatro plantas –baja más tres en altura–. Además, incluye un total de 1.500 plazas de aparcamiento subterráneas y amplias zonas ajardinadas.

Abengoa ocupa unos 30.000 metros cuadrados y reserva otros 16.300 metros cuadrados para albergar otras empresas que colaboren con la multinacional, aunque también este espacio está abierto a entidades públicas, organismos dependientes de las universidades y centros de formación. Los 3.700 metros cuadrados restantes corresponden al área de servicios comunes.

“Es un campus empresarial que se ha analizado desde el primer momento para ser sostenible en todo su abanico”, explica el arquitecto Luis Vidal, que señala que se han aplicado “medidas pasivas y activas” para minimizar un 50% el consumo energético. Entre las medidas activas, destacan la instalación de paneles fotovoltaicos para transformar la luz solar en electricidad. Además, se ha construido una planta de trigeneración, que produce simultáneamente electricidad, calor y frío. Un disco parabólico equipado con un motor Stirling transforma también la luz del sol en electricidad, que se utiliza para producir hidrógeno. Este gas se almacena para poder ser empleado en una pila de combustible durante la noche, con el fin de disponer de energía limpia tras la puesta del sol. El diseño de Richard Rogers contempla también medidas pasivas de ahorro energético. Para facilitar la entrada de luz natural al interior, todos los edificios están acristalados con doble piel de vidrio. Sin embargo, se han incorporado sistemas que permiten tamizar la radiación solar con el fin de controlar la temperatura interior de los inmuebles.

Uno de estos dispositivos es la red de vigas frías, que consiste en una serie de tuberías situadas en el techo, por donde circula agua en circuito cerrado a 16 grados centígrados. Además, los edificios se han construido para que la exposición al sol de las fachadas orientadas al Este y al Oeste sea mínima, logrando así mayores espacios de sombra entre ellos y limitando de esta forma los elementos de protección solar únicamente a las fachadas orientadas al sur. Vidal señala que el estudio de la luz recoge algunas de las soluciones aplicadas en la T-4, donde fue director de obra.

“La T-4 tiene un correctísimo aprovechamiento que viene de un estudio muy pormenorizado de la luz, como se ve en los lucernarios que tamizan la luz y fachadas protegidas por el vuelo de la cubierta. Aquí en Palmas Altas hemos hecho algo muy parecido. Al final la luz que entra en los edificios es la óptima y, sin embargo, toda la fachada está protegida para que la incidencia solar sea mínima o inexistente con el fin de evitar deslumbramientos y proporcionar el mejor nivel lumínico posible”, destaca el arquitecto.

Gracias a estas medidas, el Green Building Council de Estados Unidos ha otorgado al Campus de Palmas Altas su reconocimiento mayor: la certificación Leed Platino, que avala que se trata del edificio más sostenible de Europa. Según Luis Vidal, Palmas Altas implica una nueva filosofía de trabajo “más social” y una reorganización de los hábitos laborales. “Abengoa tiene muchos negocios en Estados Unidos y uno de los objetivos del campus es adecuarse a la forma de trabajo y de vida de Estados Unidos”, agrega el arquitecto. “Creo que Sevilla puede estar muy orgullosa de esta obra. No tengo la menor duda de que se va a convertir en una referencia europea ”, asegura Luis Vidal.

Un espacio orientado a crear un entorno laboral cómodo

Los diseñadores del Campus Palmas Altas han puesto el acento en crear un entorno laboral confortable. El pilar de este modelo social se localiza en torno a la plaza central, donde se encuentran los servicios comunes. La guardería tiene una extensión de 430 metros cuadrados. El área de restauración ocupa más de 1.600 metros cuadrados, que se reparten en tres ambientes diferentes, con capacidad para ofrecer más de 700 comidas de forma simultánea. El centro médico, con más de 160 metros cuadrados de superficie, cuenta con tecnología sanitaria avanzada. El Campus Palmas Altas también incluye un gimnasio para los trabajadores con horario ininterrumpido, que dispone de dos zonas deportivas y vestuarios. Por último, el complejo ofrece un minimarket, donde puede adquirirse prensa, artículos de aseo personal, libros y hasta música.

1 Lamas para tamizar la luz

Los edificios se han agrupado para maximizar las sombras arrojadas entre ellos y disminuir la exposición a la luz del sol. Sólo dos de las siete fachadas orientadas al Oeste, las más complicadas de guarecer en verano, requieren de mayor protección. Unos parasoles de lamas fijas tamizan la radiación solar en los laterales, totalmente acristalados para potenciar la luz natural. Las lamas de cada fachada se estructuran en función de las necesidades de sombra.

2 Cubiertas vegetales

La vegetación es un elemento fundamental en el Campus Palmas Altas. Los edificios están ordenados en torno a un patio central que se prolonga al interior de las construcciones. Las zonas verdes se han poblado con árboles de hoja caduca, que dan sombra en verano pero dejan pasar la luz en invierno. También se han instalado fuentes y las azoteas tienen cubiertas vegetales que evitan la transmisión de calor. Todas las zonas verdes se riegan con agua de lluvia almacenada.

3 Células fotovoltaicas

Los espacios entre los bloques de oficinas del Campus Palmas Altas están cubiertos y protegidos por instalaciones fotovoltaicas, que proporcionan sombra a las plantas altas y producen energía para abastecer al complejo. Los paneles generan hasta 165 megavatios/hora anuales, y complementan la energía aportada por el sistema de trigeneración y la pila de combustible de hidrógeno.

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