Análisis

Algo de luz al final del túnel

  • La 42 edición del Foro Davos concluye con la búsqueda de soluciones para la crisis de endeudamiento soberano basadas en la mejora de la competitividad y el compromiso a solidarizarse con Europa.

La mayor preocupación de los políticos, empresarios y economistas reunidos en Davos es la crisis de endeudamiento soberano de la zona del euro, pero ya se ve algo de luz al final del túnel por la determinación entre los gobiernos y las instituciones europeas para seguir adelante. No obstante, pese a que se atisba cierto optimismo y un acercamiento de posturas entre países europeos, los representantes del resto de las economías del mundo urgen a la zona del euro a que haga de una vez sus deberes en un clima de frustración y confusión por la falta de determinación política hasta ahora.

En la 42 edición del Foro de Davos, que concluye este domingo, se ha reconocido la severa crisis que atraviesa el sistema capitalista y la necesidad de llevar a cabo transformaciones y encontrar nuevos modelos. Unos 2.600 líderes políticos, económicos y financieros, así como representantes de la sociedad civil han tratado de buscar soluciones a la actual crisis de endeudamiento en las economías industrializadas. "Aquí se palpa en todas las reuniones, en los debates, en los pasillos una preocupación muy fuerte por la situación de la zona del euro", dijo el vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia.

La canciller alemana, Angela Merkel, inauguró el Foro Económico Mundial exigiendo a los países europeos mejorar su competitividad y comprometiéndose a mantener el principio de solidaridad en Europa, pero negándose a aumentar la dotación del fondo de rescate permanente. Merkel advirtió del peligro de sobrecargar a Alemania en el saneamiento de la zona del euro y se opuso a que contribuya más a la superación de la crisis.

El multimillonario estadounidense de origen húngaro George Soros, presidente del fondo de alto riesgo Soros Fund Management, así como otros líderes políticos y económicos han sido en Davos muy críticos con la actuación de Alemania en la crisis, al afirmar que se espera un liderazgo que este país no ofrece. El primer ministro británico, David Cameron, pidió a los líderes políticos de los países de la zona del euro que actúen de forma decisiva para superar la crisis y consideró que el Banco Central Europeo (BCE) podría hacer más. Por su parte, el presidente del Banco Mundial, Robert Zollick, también fue tajante y estimó que las medidas que ha adoptado el BCE compran tiempo pero que "hay que actuar".

Todas las miradas están puestas ahora en la Cumbre europea de mañana, en la que, según dijo el ministro de Economía español, Luis de Guindos, el crecimiento y la creación de empleo también van a estar presentes junto con los ajustes presupuestarios. Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea deberán dar una fuerte señal política para el crecimiento y el empleo ya que la consolidación fiscal por sí misma no va a ser suficiente para que la región vuelva a crecer.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, consideró que "ningún país es inmune en la situación actual" y que es el momento de actuar. Lagarde instó a los países miembros de esta entidad financiera multilateral a "demostrar su apoyo" para contribuir a solucionar, con una mayor aportación económica, la crisis de deuda que atraviesa la zona euro.

Hasta ahora EEUU y el Reino Unido se han mostrado reacios a ampliar sus fondos al FMI, al que la zona del euro ha aportado 150.00 millones de euros más.

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