antonio carrillo. secretario general saliente de la cea

"Soy la persona que mejor conoce al empresariado andaluz"

  • Conserva en su despacho el acta fundacional de la patronal andaluza el 11 de enero de 1979; desde entonces no ha parado de trabajar para la organización

Antonio Carrillo, a la derecha, con Javier González de Lara en la asamblea de la CEA del pasado jueves.

Antonio Carrillo, a la derecha, con Javier González de Lara en la asamblea de la CEA del pasado jueves. / josé ángel garcía

En la puerta de su despacho aparece su cargo también en inglés, lo que sugiere que ya nada es lo mismo que en 1979, cuando se acababa de salir de una dictadura y no existía tradición alguna de organizaciones empresariales. Antonio Carrillo (Ceuta, 1950), que deja su cargo de secretario general de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) tras 40 años en la organización, es un pionero. Aún veinteañero, fue uno de los fundadores de la CEA y de la patronal española CEOE, gracias a la ley del 1 de abril de 1977 que permitía el asociacionismo sindical (y también empresarial). "Todo lo que hacíamos cabía en una carpeta", recuerda Carrillo a este periódico mientras muestra el acta constitutiva de la CEA, que conserva en su despacho perfectamente enmarcada, y con su firma. Fue en el Palacio de Nájera, en Antequera, el 11 de enero de 1979, a modo de alianza entre los empresarios de Sevilla y Málaga, ya constituidos entonces en asociaciones provinciales.

"Empecé siendo secretario general con Manuel Martín Almendro, en la sede de los empresarios malagueños; en 1982 ya nos trasladamos a Sevilla y en el 83 llegó Manuel Otero Luna, que designó a Santiago Herrero secretario general y a mí director general. Di un paso atrás y no volví a ser secretario general hasta que llegó el propio Herrero". Siempre estuvo en la CEA, y cuando parecía que iba a salir, porque Javier González de Lara renovó mucho los equipos, el nuevo presidente le dijo no. "Puse mi cargo a su disposición, pero rechazó que me fuera y me quedé con él".

La mentalidad empresarial está calando en Andalucía, pero hacen falta 100.000 firmas más"González de Lara ha impulsado una intensa recuperación y no sólo económica, también de reputación"

González de Lara sabía que había que aprovechar su experiencia, de la que él mismo es consciente dada su larguísima trayectoria. "Quien mejor conoce a los empresarios y las empresas de Andalucía soy yo", afirma, y de hecho cuando deje su despacho definitivamente, previsiblemente el 1 de abril, prevé seguir vinculado a la organización. Pretende que su jubilación sea activa, y de momento, estará en la organización de los actos del 40 aniversario de la CEA, previstos para el próximo año.

Desde ese conocimiento, ha sido testigo de una positiva aunque tortuosa evolución de las relaciones laborales y de un cambio de mentalidad en la percepción del empresario. Sobre lo primero, recuerda que en los primeros años de la organización "las relaciones laborales estaban muy politizadas y los conflictos eran más fuertes de lo que tenían que ser. Era muy complicado, y con una inflación del 25%, había mucha tensión". Y sin embargo, dice, "estábamos condenados a entendernos" y creamos el Consejo Andaluz de Relaciones Laborales y el Sercla para la resolución de conflictos, lo que contribuyó a que "la conflictividad bajara mucho". Carrillo ha sido testigo, también, de la escasa consideración en los 70 y 80 hacia el empresario. "No era una figura reconocida entonces y la mentalidad para crear empresas era muy escasa". Hasta 1995, más o menos, en Andalucía se fundaban en términos netos 2.500 empresas al año, una tasa baja en comparación con otras zonas de España. En los años 90, sin embargo, se produce un cambio. "En el periodo entre 1995 y 2007 tiene lugar un aumento paulatino y se llega a las 15.000, 20.000 e incluso 25.000 al año, hasta llegarse a las 520.000 en 2007; durante la crisis se pierden 50.000 y ahora hemos recuperado el medio millón". A día de hoy sí hay espíritu emprendedor, "está calando en la sociedad andaluza" y, sin embargo, no es suficiente para acortar la brecha de paro con el resto de España. "Es que hacen falta 100.000 o 150.000 empresas más, a pesar de que somos la tercera comunidad en número de empresas. Calculo que se llegará a ese número en seis años".

Tras su lección de demografía empresarial Carrillo vuelve a la vida interna de la CEA y repasa a sus presidentes. Manuel Martín Almendro fue "el impulsor, el que logró aunar esfuerzos"; Manuel Otero Luna era "una persona muy equilibrada que consolidó la organización"; Rafael Álvarez Colunga "la sacó a la calle" y Santiago Herrero la "profesionalizó y le dio relevancia exterior". El último, Javier González de Lara, es el autor de una "intensa recuperación" de la organización tras pasar enormes dificultades, "que no sólo ha sido económica, sino de reputación", y también "ha propiciado un acercamiento a los medios de comunicación".

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