Economía

El turismo se estanca y pasa de motor a rémora de la economía española

  • El sector contribuirá negativamente al PIB de este año por primera vez desde 2002, según las previsiones de Exceltur · Las pernoctaciones de los españoles caerán un 1,4% y el gasto de los extranjeros, un 3,6%

El sector turístico no es inmune a la crisis y la mejor prueba de ello es que cerrará el año con un crecimiento negativo por primera vez desde 2002. El PIB turístico, una de las locomotoras de la economía española, acabará 2008 con una caída del 0,1%, lejos del avance del 1,9% que se esperaba a comienzos del ejercicio, y las tensiones continuarán, como mínimo, hasta finales de 2009.

La crisis financiera, la caída del gasto de las familias, los primeros recortes en los viajes de negocios y el descenso de la capacidad aérea pintan un panorama poco prometedor para el sector que, no obstante, está mejor preparado que en 2002 para hacer frente a los problemas, según el vicepresidente de Exceltur, José Luis Zoreda. Aun así, la asociación pide al Gobierno que incluya el turismo en la mesa de reformas estructurales que convocará junto al PP para dinamizar una de las áreas clave de la economía.

El ajuste ha sido más lento que en otros sectores, pero las cifras del tercer trimestre, que coinciden con la temporada alta de verano, muestran "una caída inusitada en las ventas y en los viajes" que ha llevado al PIB turístico a caer cuatro décimas, algo inédito desde 2002. La clave de este deterioro está en el descenso del mercado español, tanto en los viajes en el territorio nacional como en el extranjero. Esta caída sólo ha podido ser compensada parcialmente por la demanda extranjera, aunque con diferencias apreciables. Mientras el número de turistas británicos se ha reducido en 600.000, las pernoctaciones de nórdicos, austriacos y franceses ha mantenido un nivel apreciable.

Por ramas de negocio y destinos también hay vencedores y vencidos. Los hoteles vacacionales del Mediterráneo y las islas, así como Zaragoza -por el efecto Expo-, y Valencia -por el Gran Premio de Fórmula 1-, se salvaron de la quema en verano, lo mismo que las líneas de AVE y los hoteles de cuatro y cinco estrellas, que mejoraron sus resultados. En el polo contrario, los hoteles de categorías más bajas, los urbanos, las grandes agencias de viajes, las líneas aéreas y las empresas de alquiler de coches.

Las perspectivas para el cuarto trimestre son igual de decepcionantes. El 70% de los empresarios anticipan peores resultados por la contracción del consumo, un calendario laboral que "no da pie a las escapadas", la previsión de menos viajes de negocios y un descenso de la capacidad área -los permisos de aterrizaje y despegue han caído un 20%-. Por todo ello, Exceltur pronostica una caída del 1,4% en las pernoctaciones de los españoles y una menor afluencia de turistas extranjeros (-0,1%), que a su vez reducirán el gasto un 3,6%. Zoreda aseguró que una bajada de precios no sería la solución a los problemas.

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