El Rocío 2018

Una romería para trabajar

  • Centenares de profesionales cubren las necesidades de los romeros

  • Los establecimientos aumentan sus plantillas y obtienen más beneficios durate la celebración mariana

Con una población cercana al millón de personas, la aldea de El Rocío se convierte durante estos días en el núcleo con más habitantes de Andalucía. Esta situación temporal hace que se incrementen las contrataciones de personal en los establecimientos existentes en este enclave mariano, que cambia notablemente su estructura habitual durante el resto del año. Para los comercios, además, es la época del año en la que suelen hacer más caja, por lo que todos los años tienen que incorporar a más personas en sus plantillas.

Y, por otro lado, también se crea trabajo en viviendas particulares y en las casas de hermandad de las filiales rocieras, que necesitan del servicio de cocineros, camareros, carreros y limpiadores, entre otros oficios propios de esta romería mariana. En unos y otros casos, este personal extra resulta clave y necesario para atender las necesidades de todos y cada uno de los peregrinos.

En cualquier calle de la aldea se pueden poner rostros a lo que significa la romería del Rocío en cuanto a generación de puestos de trabajo. Y es que existen centenares de personas que trabajarán durante estas jornadas para que muchos miles puedan pasar una gran festividad. Es lo que tiene El Rocío.

En la administración de Loterías y Apuestas del Estado de la aldea almonteña, Toñi Pesquero, su encargada, comenta que la romería es "la época en la que más venta se hace de todo el año", por lo que abren todos los días para atender la gran demanda que tienen, con colas que en algunos momentos del día van más allá del umbral. Sin embargo, no van a contratar más personal para la romería, puesto que sólo disponen de dos cajas, que atienden tanto ella como su marido, por lo que no sería viable meter a una persona extra.

Junto a este establecimiento se encuentra Rocío Sánchez, una dependienta que se dedica a la reposición y al etiquetado de productos en Mundo Campero mientras atiende a Huelva Información. Es la primera vez que trabaja en la romería del Rocío, pero su caso es un claro ejemplo de lo que ocurre cuando llega Pentecostés a este rincón de Huelva. Ha sido contratada especialmente para esta celebración, aunque afirma que lleva unas semanas con trabajo en el establecimiento, "pues son muchos los preparativos para estas jornadas y siempre hay cosas para hacer".

Similar es el caso de José Manuel Pérez, que se afana en descascarillar una fachada en una céntrica calle de la aldea. Es su primer trabajo en El Rocío y espera que la empresa de pintura donde trabaja pueda contar con él para próximos años. De preparativos está también otro pintor, Daniel Vega, que acude junto a dos compañeros para terminar de pintar una casa de la aldea, próxima a la ermita. Y es que, en algunos casos, los arreglos se realizan durante los mismos días de la peregrinación.

En el porche de una vivienda de la calle Ajolí están José Antonio Ramírez y Juan Carrasco, camareros para una reunión onubense que acude a El Rocío desde hace muchos años. No es la primera vez que trabajan para este grupo de rocieros, pues aseguran que llevan "más de 10 rocíos con ellos". La mujer de uno de estos camareros, Carmen Martín, es cocinera en la casa y cuenta que cada día, fundamentalmente para el almuerzo, realiza un guiso de carne y otras veces también paella, además de otros platos típicos de la romería, donde al final llega a dedicar "muchas horas para atender todo lo que pidan". En efecto, cocineros y camareros trabajan durante prácticamente todas las horas de la romería, salvo el descanso necesario, que hacen también en la misma vivienda, en habitaciones cercanas a la cocina. En algunos casos, incluso, son varios camareros y cocineros y hacen pequeños turnos. Si bien, los trabajadores mencionados anteriormente coinciden en que "está bien pagado el trabajo", pues aunque son pocos días pero muchas horas, pueden sacar cada uno aproximadamente 1.400 ó 1.500 euros.

En otro punto de la aldea, José Moreno es carrero para una gran peña de un pueblo del Aljarafe, en Sevilla. Cada jornada recoge a los integrantes de esta reunión a mediodía y por la tarde, para llevarlos a las inmediaciones de la ermita y a las casas de amigos y conocidos. Con este trabajo se gana "un dinero extra", al igual que algunos grupos de sevillanas que acuden a varias casas de la aldea, previa reserva y contratación, para animar las tardes y noches rocieras con su música. Ellos también hacen del Rocío su particular agosto.

Otros oficios típicos de estos días son los de tamborileros, boyeros y veterinarios, que suelen ser contratados por las hermandades filiales del Rocío para el camino, además de para los cultos en la romería, como en el caso de los tamborileros.

Para estas jornadas multitudinarias, además, hay personal especialmente dedicado a servicios importantes para atender a los ciudadanos, como médicos y enfermeros, así como la presencia de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, para garantizar el orden en la romería.

Otras personas que trabajan durante todos estos días son los empleados de Aqualia, que velan por el funcionamiento del agua en la aldea, en turnos de 22 horas, "por si hay algunos imprevistos, que siempre los hay", según comenta un operario. Junto a él, Juan Antonio Escobar se encarga de renovar algunos tubos para abastecer de agua a los comercios de la plaza de Doñana.

En este céntrico enclave está Ramón B., feriante de un pueblo de Ciudad Real que acude a la aldea almonteña desde hace muchos años. Tiene un puesto con juguetes, al igual que uno de sus primos, también en la misma plaza. Todos vienen con sus familias y esperan que sean unas jornadas de ventas "para poder sacar algo de dinero", pues el precio del enganche de la luz y el agua, según comentan algunos feriantes, es enorme.

Por otro lado, hoteles, bares y restaurantes también incrementan el personal durante estos días. En la barra del bar El Pocito, Pía, camarera habitual del establecimiento, cuenta que semanalmente suele estar ella junto con una cocinera, pero para la romería cuentan con diez personas, pues su ubicación junto a la ermita hace que siempre haya un flujo de personas. Esto ocurre, igualmente, en tiendas de recuerdos rocieros y de trajes de flamenca, con bastante afluencia. Todos ellos, con más empleados, hacen la mejor caja del año.

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