Josefa parra Gestora cultural de la Fundación Caballero Bonald y escritora

"En España se compra poca poesía, pero se lee mucha"

-Acaba de ganar el IX Premio de Poesía para Niños El Príncipe Preguntón (Diputación de Granada) por su obra De profesión, viajera.

-La poesía para niños es un tema que me interesa desde hace varios años y, de hecho, es mi tercer libro para niños tras Oficios imposibles y Para mirar al cielo. Creo que me va a dar bastante juego.

-¿Por qué le llama la atención?

-Me siento muy cómoda escribiendo para niños y adolescentes, sobre todo, y creo que es muy necesario. Como parte de mi trabajo es la animación a la lectura, cuando voy a los institutos y colegios me gusta dirigirme a ellos con algo especialmente pensado para ellos.

-¿Cómo aceptan ellos la poesía?

-Tanto niños como adolescentes son muy esponjas para la poesía, se acercan a ella con pocos prejuicios y es un lenguaje que les llega fácil. La experiencia que tengo con los ciclos que movemos desde la Fundación Caballero Bonald y con mi propia obra es que están deseando que les comuniques algo a través de la poesía.

-¿Qué es De profesión, viajera?

-Es un libro de viajes en verso. Son estampas de lugares que conozco o que me gustaría conocer y que he querido compartir con niños muy pequeños y adolescentes, y ver si les dice lo mismo que me dicen a mí. También es un homenaje a las primeras mujeres viajeras del siglo XIX y XX. Así que en realidad es para todas las edades. La invitación al viaje es para todos.

-¿Por qué se presentó a este premio?

-Tenía muchas ganas de un premio de poesía infantil.

-Dicho y hecho.

-Sí (risas), le estoy poniendo mucho tiempo y mucho empeño a la poesía, y es un espaldarazo a esa parte de mi trabajo.

-Se quedaría sin palabras cuando se lo comunicaron.

-Fue una sorpresa porque pensaba que ya se había fallado. Lo mandé hace mucho tiempo y sería de los primeros que les llegarían. Luego me olvidé porque creía que ya se había pasado. Así que fue una alegría grande.

-¿Cuesta todavía introducir la poesía en la rutina del lector o es esto un mito que desterrar ya?

-Creo que la poesía está de moda y nada más hay que ver la gente tan joven que está vendiendo miles de libros, que se está dirigiendo a un público de edad bastante inferior de la que pensamos que se interesa por la poesía. El programa Got talent lo ha ganado un poeta, por ejemplo. En España no es que se lea poca poesía, se compra poca poesía, pero se lee y oye mucha poesía. Los foros más visitados en internet son foros poéticos. No estamos acostumbrados a comprar un libro, pero sí a ir a recitales de poesía o a que nos digan un poema. Y, por supuesto, hay mucha gente que escribe poesía.

-¿Qué ve usted en ella?

-Yo me explico a mí misma a través de la poesía y entiendo a los demás. Es una vía de conocimiento y de comunicación. Por eso yo quería dirigirme a los adolescentes y niños, porque necesitaba la comunicación con ellos. Creo que tienen los mismos intereses que nosotros: el amor, la muerte, el paso del tiempo, el conocimiento del entorno..., todo lo que tenga un sentimiento, una reacción. Y quiero dejar claro que no he rebajado el tono poético, no hay que hablarles como si aún estuvieran por hacer. Hay que buscar el canal pero sin rebajar un ápice, con dificultades, metáforas, imágenes, porque además ellos te lo piden. Si a un niño le haces un poema ñoño te lo dice, no le gusta, no le llega.

-¿Cuál es la siguiente meta?

-No quiero dejar de lado la poesía de adultos, pero es verdad que la tengo algo más descuidada porque la infantil se conjuga con mi trabajo. Tengo otro proyecto de poesía infantil que tiene algo que ver con la muerte, pero en un tono no dramático. Me gustaría que se dirigiera a los prelectores, a los más pequeñitos. Aunque en realidad mis poemas van dirigidos a cualquier edad.

-¿Qué cara pone un niño cuando le lee un poema?

-Les encanta, se implican en el poema. Les he leído más de Para mirar al cielo que es sobre la naturaleza, sus sorpresas... Es muy divertido cómo preguntan por las rimas, las imágenes... Son curiosos por naturaleza.

-Usted ha tocado varios palos en la poesía, como el erotismo.

-Y sigo. Cuando escribo para mayores lo toco. Tengo un libro que está en elaboración. En De profesión, viajera hay una parte amorosa, no sexual claro, pero sí amorosa muy importante.

-¿Cómo entró en la literatura?

-De niña. Siempre he querido ser escritora y aprendí a leer muy pequeña. Mis padres querían que fuera abogada porque tenía buena memoria, pero les salí más bien torcida (risas).

-¿Y la prosa?

-La toco menos, aunque he hecho prosa poética con Oficios imposibles. No es algo que me atraiga para escribir, aunque sí para leer. Tengo algún capítulo de alguna novela..., pero luego me achanto y vuelvo a mi cubil que es la poesía.

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