Entrevistas

"Hacer algo distinto ahora es difícil, falta personalidad"

-Toca el lunes en Jerez por primera vez. ¿Impone tocar ante tanta afición?

-Es una tierra donde está la esencia, el cogollo del flamenco. Todavía la gente se junta de fiesta para disfrutar. Esto sólo se da ya en Jerez. ¡Cómo tocan los Morao! No se puede tener más soniquete. Diego [Del Morao] es mi debilidad. También Gerardo Núñez, Paco [Cepero] y Parrilla, por no hablar de los cantaores.

-La Paquera, Terremoto... ¿con quién se iría de fiesta?

-Con todos, y con Luis el Zambo, me gusta mucho, y De la Morena [Fernando] y Capullo... Es la tierra de más arte.

-¿Qué discos se llevaría a una isla desierta?

-Me llevaría un MP4 con tres mil canciones, porque un solo disco te empacha.

-¿Y de su propia cosecha?

-No. Soy demasiado perfeccionista y aunque a lo mejor un disco sea bueno, si fallan tres detalles ya no me gusta.

-¿Prepara un nuevo trabajo ligado a la copla, no?

-No está decidido al 100%, pero puede funcionar. Me encanta la gran variedad de melodías que tiene la copla, y sobre todo Quiroga.

-Y de los que grabó con Camarón, ¿qué me dice?

-Hay muchas cosas buenas, mil detalles. El arte no es una obra completa, es el matiz.

-¿Qué tenía Camarón que le hacía tan distinto?

-Fue el primer músico dentro del cante flamenco. Hasta Camarón, el cantaor era una especie de salvaje que pegaba un grito y te dolía y ni él mismo sabía por qué. Ahí están Manuel Torre... Pero Camarón tenía oído de tísico. Y era muy rancio, capaz de recorrer 500 kilómetros para escuchar a una vieja que cantaba. Empezamos a crear cuando no te podías salir porque te llamaban chufla. Era un riesgo. Una sola vez me comentó que a lo mejor a los puristas no les iba a gustar, y le dije que si no les gustaba, que aprendieran, ya lo entenderían. Para mí era el mejor.

-Algunos sostienen que La leyenda del tiempo fue un punto de inflexión para Camarón, ¿lo comparte?

-Pero ¿qué es lo que se hizo? He oído que fue la primera vez que se mojó. ¿Por qué? ¿Porque cantaba con una batería? Eso no es evolucionar para mí, eso es decorar. Evolución es lo que hicimos antes con una guitarra y una voz. Eso es decorar el cante. Que no confundan a la gente. La evolución está en matices.

-La crítica se rindió a sus pies hace tiempo, pero también los artistas. ¿Se lo cree?

-El éxito de un artista es llegar a los demás artistas. El dinero y la fama, bienvenidos, pero que un artista te diga ole de verdad, eso es el éxito.

-Ha cambiado el elenco por completo, ¿por qué?

-Con el grupo anterior me tiré muchos años. Era maravilloso. Pero necesitaba probarme a mí mismo con otra gente, para ver si era capaz de hacer otras cosas. Los actuales componentes del grupo son jóvenes y me estimulan.

-¿Qué diferencia encuentra entre las actuales composiciones y las anteriores, junto a Camarón?

-Hasta que nos juntamos los dos, todo era hacer los cantes del Mellizo, Chacón, la soleá de Triana... Aquello era tenerlo todo muy bien aprendido y ya está. Pero no se puede vivir siempre de lo mismo, eso convertiría el flamenco en una música de museo, muerta. Y aún hoy Camarón está por encima de todos como una nube de la que la gente no puede escapar. Hacer algo distinto ahora es muy difícil. Hoy falta personalidad y originalidad.

-En sus conciertos, el cante es un instrumento más, ¿le apetece hacer un disco o una gira acompañando a los cantaores actuales?

-Lo que más me gusta es el cante, de niño quería cantar, pero era muy tímido y elegí la guitarra. He tratado de cantar tocando, con un sentido de la melodía que imite al cantaor. Al final soy el protagonista y, está bien lo que dices, pero sería para España, no se entendería igual fuera.

-¿Sigue teniendo miedo a no dar la talla?

-No se quita nunca, me he pasado la vida pensando que no sabía tocar, hasta hace poco.

-¿El flamenco da para llenar la nevera o forrarse?

-Ser artista y que te guste tu profesión ya es un lujo. Si además la olla hierve todos los días, gloria. Hay gente joven que viene al camerino y lo que más le importa es ser rica. No llegarán a nada.

-¿Quién tiene más compás: Zapatero o Rajoy?

-Me gustaría que Zapatero tuviese algo más de compás, pero me quedo con él.

-¿Algo que le da jindama?

-Sí, aunque sólo sea el cante de la guasa, el innombrable, y no lo vayas a poner. Una vez en Chile, grabando, apareció el innombrable, y dije 'quita eso, quítalo'. Fue quitarlo y un terremoto... vaya.

-¿Qué le pide a la vida?

-Salud para criar a los dos niños chicos que tengo y una vejez sin que me duelan los huesos, una vejez digna. No quiero más.

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