l La Iglesia de Nuestra Señora de la Cabeza ha acogido un encuentro de convivencia de un grupo de mujeres que vivieron sus años jóvenes en la década de los cincuenta. En la parroquia se vivieron escenas de gran emoción, ya que algunas de las participantes hacía años que no volvían a su tierra natal porque residen en otros puntos del país e incluso del extranjero. La convivencia se inició con una eucaristía de acción de gracias que presidió el que fuera párroco en los años cincuenta, Francisco López Moya, quien tuvo unas palabras de cariño y gratitud para las participantes y recordó su paso por el municipio. Finalizada la ceremonia se entonó el himno al patrón San José y se les entregó un recuerdo al párroco. Por último, se celebró una comida para la hermandad. Una iniciativa ejemplar.