l Las aguas fecales han vuelto al lugar de los hechos y el hedor es insoportable. La denuncia que ya hicieran algunos partidos y grupos ecologistas la ha retomado UPyD de Almería que ha sido testigo de cómo los almerienses se tienen que tapar la nariz cuando llegan a este lugar tan turístico como la playa de El Zapillo. Hay que acelerar el paso y contener la respiración porque es una situación insoportable. La arena que cubre los charcos de agua del alcantarillado que brotan con excesiva frecuencia no es suficiente para evitar un mal olor que se extiende por casi toda la zona playera y se convierte en la peor imagen que puede ofrecer la capital a los cientos de turistas que nos visitan cada año para disfrutar del mar. El Ayuntamiento de Almería y la empresa concesionaria deben tomar medidas urgentes.