Entrevistas

"Cuando estoy bailando no pienso en nada, se trata sólo de fluir"

-¿Lorca tenía compás?

-Lorca es flamenco. No es que sólo tuviera compás, es que era flamenco, y creo que escribía pensando en que las letras encajasen en la estructura de cada palo.

-¿A cuánto de distancia viven la poesía y la danza?

-A muy poca... La danza siempre tiene un compás, peros su alma viene por una letra, por una poesía.

-¿Cómo de difícil es bailar con la jefa?

-No es difícil. Con Cristina se trabaja muy bien, te lo pone todo muy fácil... Nada más verte sabe qué necesitas y te da las pautas justas. Es muy clara y tiene las ideas muy claras.

-¿Qué hace un bailaor justo antes de salir al escenario?

-Primero, y porque en Granada tengo una conexión muy especial con el Generalife, me gusta quedarme solo todo el tiempo que puedo encima del escenario, cierro los ojos y me acuerdo de Lorca y de todos los artistas que han pasado por allí.

-¿Intenta salir siempre con el pie derecho?

-No soy supersticioso y en cuanto veo que repito algo más de dos veces seguidas, intento hacerlo de una manera completamente diferente. No me gusta nada que me ate o me pueda quitar libertad.

-¿Se piensa en algo mientras se está bailando?

-Depende del estado de ánimo, pero en general no. Se trata de fluir y de meterte en lo que estás haciendo.

-¿Cuándo supo que prefería taconear a dar taconazos a un balón?

-Estaba en una clase de Literatura en el instituto y tenía 16 años. Ya bailaba muchas horas al día compaginándolo con los estudios, pero una mañana estaba sentado en clase y me quedaba dormido, no podía con las dos cosas a la vez. Me fui a casa y le dije a mi madre que no iba a estudiar más, que sacar las dos cosas a la vez me llevaba a no hacer bien ninguna de ellas.

-¿Le da miedo el paso de los años?

-En mi carrera me ha tocado vivir momentos muy duros y con muchas dudas, pero con el paso del tiempo he visto que todos esos baches e impedimentos se han ido superando. Creo que al crecer siempre vas superando cosas, así que me gusta crecer y cumplir años.

-¿Se ve bailando con los años de Cristina?

-Me gustaría verme bailando a esa edad tan bien como lo hace ella. Cristina está fantástica, se cuida mucho y lleva una vida en la que no parado de bailar.

-¿Tiene alguna pega dedicarse a bailar?

-Sí que tiene algunas del día a día, pero son las menos y se pasan bailando. Tenemos la suerte de disfrutar mucho en los lugares a los que vamos, con los amigos que conocemos... Se compensa todo.

-¿A qué saben los aplausos?

-Casi siempre me saben a alivio y a recompensa. Cuando sales al escenario porque has terminado y escuchas el aplauso es cuando respiras.

-Si la danza no hubiera entrado en su vida, ¿a qué se dedicaría hoy?

-Creo que hubiera hecho algo relacionado con el deporte, que me gusta muchísimo, o con el periodismo. De pequeño veía el Telediario y soñaba con estar allí de reportero.

-¿Hay algún sueño que comparten todos los bailaores?

-Mis sueños siempre han sido a muy corto plazo, no he pienso cosas a lo grande, sino que voy muy al día y a lo que me tocaba vivir. Ahora que trabajo de maestro y he hecho algunas coreografías con Cristina se me ha despertado el gusanito de probar cosas nuevas, tener una compañía... La vida te pone las cosas y te va dando las pautas para saber qué hacer.

-Si el capitán de un equipo de fútbol debe tomar las riendas del grupo, ¿qué obligaciones tiene el primer bailarín de una compañía de danza?

-Un equipo de fútbol y una compañía de danza se parecen mucho. Cuando saltas al campo o al escenario dejas de ser tú solo y el equipo tiene que ser uno, concentrar la energía y darla a los de fuera.

-¿Una compañía de danza se parece más a una familia o a un Gran Hermano?

-Somos más familia, compartimos muchos sentimientos y hay muchas pasiones, pero en general nos llevamos muy bien.

-¿Cree que Nacho Duato debería haber seguido al frente de la Compañía Nacional?

-Han sido muchos años y ha hecho un trabajo fabuloso, es un maestro y un coreógrafo genial, pero imagino que después de tanto tiempo le apetecería un cambio y probar cosas nuevas. La semilla que ha dejado y lo que ha sembrado es magnífico.

-¿Por qué el flamenco debería considerarse Patrimonio de la Humanidad?

-El flamenco se fraguó en Andalucía y en España, pero es universal, creado a partir de las semillas que ha dejado todos los pueblos que han pasado por Andalucía. Nosotros somos el exponente, pero el flamenco es del mundo entero.

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