Fernando Faces, economista y pintor

"La economía necesita una dieta de adelgazamiento"

  • Este riojano de 65 años es doctor en Ciencias Económicas y profesor en el Instituto San Telmo, una fábrica de líderes clave para explicar el desarrollo empresarial y profesional de Andalucía en los últimos años. Gran aficionado a la pintura, con numerosas exposiciones en su haber, ha decorado con sus cuadros los pasillos del edificio que alberga la institución, antigua Casa cuna de Sevilla, ahora restaurado. Llegó a Andalucía hace cuarenta años cuando se fundó la Universidad de la Rábida, vio nacer en Huelva al primero de sus cuatro hijos y esta semana ha asistido en Sevilla al nacimiento de la tercera de sus nietos. Ha sido adjunto a cátedra en la Universidad de Sevilla y director general de la Caja de Ahorro de Huelva y de El Monte. Sigue pintando cuando viaja a su casa de El Portil (Cartaya, Huelva) y colabora con el Grupo Joly.

–¿Pinta para olvidar lo mal que pinta la economía?

–La pintura es para mí más que una afición, siempre la he compatibilizado con mi trabajo. Aunque no cabe duda de que, tal como pinta la economía, es más agradable pintar paisajes.

–Dibuje el escenario actual.

–Tiene claroscuros. Estamos saliendo de la recesión y lo peor ha pasado. Pero va a haber sobresaltos, por la singularidad de la economía española en esta crisis.

–¿Cuál es la singularidad?

–Hemos vivido muy por encima de nuestras posibilidades y estamos más endeudados que otros países. Además, hay muchas casas sin vender y problemas en el funcionamiento de los mercados: nos falta transparencia.

–Tras la juerga, la resaca.

–Exactamente. La economía española necesita una dieta de adelgazamiento. Los tiempos que vienen nos van a exigir estar más ágiles, más en forma.

–¿El sector público también?

–Tanto el sector privado como el público. Las administraciones se han sobredimensionado, creciendo incluso por encima del ritmo de la economía. Aún el año pasado siguieron aumentando sus empleados y remuneraciones?

–¿Pero no estábamos a dieta?

–Por eso el traje es muy grande para un señor que está adelgazando. De ahí que haya ayuntamientos que van a tener que reducir sus plantillas. Ya están vendiendo activos para sobrevivir.

–A ver si nos volvemos anoréxicos.

–Nos sobraban unos kilos, de eso no cabe duda. El reto es adelgazar haciendo ejercicio.

–E intentar superar depresión colectiva.

–La depresión se produce porque no estamos preparados para el régimen. Pero es más psicológica que real: en cualquier momento de la Historia de España hemos vivido mucho peor.

–¿Esa es la buena noticia?

–La buena noticia es que siempre hemos sido capaces de superar situaciones difíciles. En una crisis surgen oportunidades.

–Será si logras sobrevivir a ella.

–Creo que la crisis nos hará mejores a todos: profesionales, familias y empresas. Habíamos perdido las buenas costumbres.

–¿Por ejemplo?

–Ahora hacemos cosas que antes se consideraban imposibles. Se nos había olvidado lo importante que es el ahorro para las familias y la economía. ¡Ahora los españoles ahorran!

–¿Seguirá bajando el precio de la vivienda?

–Tocará fondo pronto, cuando salga al mercado esa masa de residencias que tienen los bancos.  Pero el ajuste se ha realizado ya en gran parte: los precios han bajado entre un 20% y un 30%.

–¿Qué será de nosotros si suben los tipos?

–Es probable que el BCE los suba cuando los demás empiecen a crecer, para evitar la inflación. Ese será un momento complicado: nos cogerá con cierta hipotermia y desempleo creciente, dado que nuestra recuperación se retrasa.

–¿Alguna recomendación?

–El endeudamiento de los españoles ha llegado a ser del 130% de la renta disponible. Luego lo primero que habrá que hacer es llegar a un nivel de endeudamiento soportable. Tendremos que trabajar más para ganar lo mismo.

–Eso es difícil de asimilar.

–El mercado nacional no va a poder darnos de comer a todos. Es fundamental volver los ojos hacia los mercados exteriores. Cada vez que vendemos fuera cogemos un trocito de renta de los otros para gastárnoslo aquí.

–Supongo que no será fácil.

–Habrá que competir con otros países en precios, calidad y costes. La competitividad es nuestra asignatura pendiente, pero es posible aprobarla porque lo hemos hecho en otras ocasiones.

–¿Necesita una reforma el mercado laboral?

–La reforma laboral no solamente es necesaria, es que se va a hacer. Lo deseable es que no esperemos a estrellarnos contra la pared.

–¿Qué es lo que no funciona?

–La dualidad entre los que tienen un contrato seguro, que somos los padres, y los que tienen un contrato inseguro y mal pagado.

–Que son los mileuristas.

–A partir de ahí tendríamos que evitar los maximalismos y tratar de ponernos de acuerdo en el diagnóstico. ¿Cómo nos vamos a quedar cruzados de brazos si tenemos el doble de desempleo que la media europea?

–¿Qué es lo más tonto que ha oído sobre la crisis?

–Es tonto decir: “esto viene de fuera, es una crisis importada, qué mala suerte hemos tenido”.

–Nadie nos avisó.

–Hubo avisos claros, aunque no calculamos la dimensión del terremoto. Cuando la fiesta está en todo lo alto el invitado que advierte que se avecina un temporal es un aguafiestas.   

–¿Puede volver a ocurrir?

–En economía la memoria es muy corta. La codicia y la ambición lo borran todo. Por eso hay que acelerar la normativa sobre solvencia, capital y transparencia de operaciones que no están reguladas.

–¿No hemos escarmentado?

–Es increíble, pero apenas las finanzas han empezado a respirar, por las grandes ayudas recibidas, ya están los bancos de inversión haciendo las mismas cosas que antes con los fondos de alto riesgo.

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