Entrevistas

"Se puede decir que estamos en un periodo de sequía"

-¿Es normal el tiempo que hemos tenido en enero?

-No se puede decir que sea normal, porque no sucede todos los años. Sobre todo en lo referido a las temperaturas diurnas, las nocturnas se acercan más a los valores normales.

-Sorprende que haya máximas en torno a los 20 grados en pleno invierno…

-Sí. No es habitual tener, de forma persistente, máximas de 16, 17 ó 18 grados en enero. Esa es la anomalía, porque las mínimas se han acercado a los 0 grados muchas veces. En diciembre, hubo una máxima de 22,2 grados el día 22. Sin embargo, la temperatura media del mes estuvo una décima por debajo de lo normal. En enero, lógicamente, no tenemos aún la media para valorar.

-Y apenas ha llovido…

-La falta de lluvias es relativamente más frecuente.

-¿Estamos ante una nueva sequía?

-Se puede decir que sí. Que un mes de enero o de diciembre nos salga sin lluvias es normal, lo que pasa es que se ha sumado a un otoño también muy seco. Claro que estamos en un periodo de sequía, pero esto no es la primera vez que pasa. Yo he visto la angustia de los agricultores muchas veces porque no llueve.

-¿Una sequía implica un ciclo de varios años secos?

-Tanto como eso no se puede decir. Es cierto que a veces hay ciclos de dos o tres años de sequía y dos húmedos. Los datos que tenemos son limitados, porque sólo está estudiado desde el siglo XIX. Andalucía, en general, por su posición geográfica, tiene más años de sequía que húmedos. Y no se puede olvidar que hace dos años llovió mucho y que el año pasado hubo inundaciones.

-¿Ya deberíamos ahorrar agua, por si acaso?

-Eso lo deben decir quienes administran el agua.

-También se oye que ahora nieva menos…

-La temperatura, en los últimos 50 años, muestra una tendencia a subir. Eso justifica que nieve menos, aunque no tanto en las estaciones de esquí.

-También se quejan.

-Hace 30 años muchas no existían y otras abrían en Navidad. Hoy, en el puente de la Constitución, hacen una cuarta parte del negocio de la temporada y quieren abrir en noviembre. Eso no suele ser posible sin los cañones de nieve artificial. Pero yo he conocido la estación de Baqueira sin poder abrir en la temporada.

-En las ciudades es muy raro que nieve.

-Se debe a que hay un mayor aporte de energía calorífica, por los coches, las industrias… En Madrid antes nevaba a 0 grados, pero si ahora la temperatura ambiental ha subido uno o dos grados, hay más dificultad.

-¿Estos son síntomas del calentamiento global?

-En las lluvias no, porque siempre hay irregularidades. La tendencia al calentamiento sí es cierta en las temperaturas. Hombre, luego vienen las discusiones por las causas. Yo no soy catastrofista. Lo que va a ocurrir en 100 ó en 200 años no lo podemos saber.

-Pues hay informes con pronósticos pesimistas.

-Hay factores que no se pueden calibrar porque los desconocemos, y hay cosas impredecibles, como manchas solares, erupciones, el cuidado del medio ambiente… Además los modelos no tienen la fiabilidad que quisiéramos, incluso fallan a corto plazo. No se puede decir que el paseo marítimo de Marbella se va a inundar dentro de 200 años.

-¿Hasta cuándo se puede dar un pronóstico fiable?

-Depende de las situaciones. Los modelos cubren hasta dos semanas, pero la fiabilidad no siempre es igual. Puede haber un anticiclón anclado que estabiliza el tiempo, o frentes que vienen y entrarán uno tras otro. No es lo mismo.

-Sin embargo, la Meteorología ha avanzado mucho.

-En eso se trabaja. Es cierto que ha aumentado la fiabilidad. Hay más observatorios y más datos que hace unos años, y por eso también hay más garantías. Gracias a los satélites se observa donde antes no se podía. La informática también nos ha ayudado a mejorar.

-¿Por qué les beneficia la informática?

-Porque los ordenadores de ahora son muy potentes y resuelven miles de ecuaciones. Esto no pasaba antes y nos permite actualizar datos constantemente.

-¿Se podrá pronosticar el tiempo con total garantía de acierto?

-Llegar al 100% de fiabilidad, hoy por hoy, es inviable. Se va a seguir avanzando, pero los pasos ya no serán de gigante como en los últimos 50 años. Se podrá mejorar en aspectos como la física de las nubes, interrelación oceánica con la atmósfera, radares más perfectos, mejores satélites…

-Se hizo famoso en TVE hasta que le pilló un ERE...

-Yo lo sabía con tiempo. A lo mejor hoy no hubiera habido ese ERE, porque parece que han cambiado las ideas sobre las prejubilaciones.

-¿Un hombre o mujer del tiempo en TV debe ser meteorólogo?

-No es necesario ser meteorólogo, pero en eso he evolucionado.

-¿Por qué?

-Cuando entré en TVE ni me planteaba que el presentador no fuera meteorólogo. Cuando se fueron Mariano Medina, su hermano Fernando y Pilar Sanjurjo, se emitía con voz en off. Después de entrar yo, se decidió ampliar el equipo. Hubo problemas y me pidieron que formara a otros presentadores, y salió bien, como pasó por ejemplo con Paco Montes de Oca o Ana de Roque.

-¿Y ahora?

-La mayoría son presentadores, aunque algunos son físicos, pero no meteorólogos, que es un cuerpo especial del Estado.

-Le tengo que hacer la pregunta de siempre. ¿Lloverá en Semana Santa?

-Hablar en enero del tiempo en Semana Santa sería hablar por hablar. No lo sabemos. Los modelos que utilizamos sólo nos dan para dos semanas.

-Las cabañuelas ya han dado que este año no lloverá.

-Yo no creo en eso porque no tiene ningún rigor. Hay costumbres tradicionales, como las cabañuelas o las témporas, incluso está recogido en el refranero. Puede que alguna vez coincida, pero eso no es tan sencillo.

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