lUna semana después de la multitudinaria procesión de la Virgen de los Reyes, la Capilla Real de la Catedral vivió un rito mucho más íntimo. A las ocho de la mañana ayer abrió sus puertas para que, tras la última misa de la octava de la Virgen, se pudiera visitar la urna con los restos de San Fernando. Sólo cuatro días al año puede contemplarse ese esqueleto que es como un mapa de la España del siglo XIII. La urna estuvo abierta dos horas, ya que técnicos romanos recomendaron al Cabildo con motivo de una reciente restauración que no se prolongara la exposición de los restos para evitar su deterioro. Una compañía del Regimiento de Guerra Electrónica 32 le rindió honores. Tres orfebres tardaron 40 años en hacer la urna con plata de América.