El pleno del Congreso aprobó ayer la reprobación del secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, por la reunión que mantuvo con Pablo González, hermano del ex presidente madrileño Ignacio González y, como él, detenido en la Operación Lezo. La iniciativa salió adelante al encontrar el PSOE apoyos suficientes gracias a sus votos, los de Podemos y los de los nacionalistas catalanes; en total, 167 votos, por 131 noes y 33 abstenciones.

Los parlamentarios de Ciudadanos y del PNV, que no son partidarios de la reprobación, optaron por la abstención, de modo que el PP se quedó solo en el intento de frenar la iniciativa socialista. De ese modo, tras hacerlo con el ministro de Justicia, Rafael Catalá; el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, y el entonces fiscal jefe Anticorrupción, Manuel Moix, el Congreso reprobó al número dos de Interior y pidió su cese.

Lo ocurrido ayer es sólo un paso más en la exigencia de responsabilidades por parte de la oposición a Interior por su gestión del caso Lezo. De hecho, el diputado socialista Felipe Sicilia ya advirtió que, si el ministro, Juan Ignacio Zoido, no cesa a Nieto, las sospechas recaerán sobre él. La defensa de Nieto corrió a cargo del diputado José Alberto Martín-Toledano, quien lo presentó como víctima de un "pelotón de fusilamiento".