Para él, la "prosperidad y empleo" de estas autonomías "depende en buena manera de que Madrid y Catalunya se fortalezcan, crezcan, desarrollen sus estructuras sociales y empresariales y generen riqueza y empleo".
Según Gallardón, la clave no está en la confrontación y en la rivalidad, sino en "compartir las experiencias y caminar juntos en la misma dirección". "Somos los dos necesarios para el fortalecimiento y el crecimiento económico de España", añadió.
"Yo no sé si puede dar réditos electorales a corto plazo convertir Madrid-Barcelona, Catalunya-Madrid, en algo semejante a un Madrid-Barça", dijo en rueda de prensa.
Para él, acercar Catalunya y Madrid "es posible". Una vez que las distancias físicas se han acortado con el AVE, apostó por que también se acorten "distancias mentales y prejuicios que han durado decenas de años".
Según dijo, "el día en que Madrid y Catalunya caminen juntos en la misma dirección, es, sin duda ninguna, el día en el que más beneficiados resultarán el resto de los españoles", lo que complementó parafraseando a Ortega y Gasset: "Amarse no significa mirarse el uno al otro profundamente a los ojos, sino mirar los dos en la misma dirección".
Para el popular, hay una "formidable" y "determinante" presencia de Catalunya "en la prosperidad de Madrid". "Hemos aprendido muchos de los catalanes", señaló. Una de las cosas que destacó es "como ama profundamente el catalán su lengua", y consideró "sencillamente formidable" que los hijos de los catalanes que vivan en Madrid puedan estudiar en su lengua.
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