El libro 'La Reina muy de cerca', de Pilar Urbano, ha causado cierta polémica dentro del mundo político por la entrada de lleno de doña Sofía en la actualidad española con declaraciones contra el aborto, la eutanasia y el matrimonio homosexual. Formaciones como ERC, IU, ICV o PNV se mostraron muy críticas con las palabras de la Reina en dicha publicación que salió hoy a la venta llegando incluso a pedir una rectificación pública. Mientras, de los dos partidos mayoritarios, el PSOE eludió emitir cualquier tipo de opinión al respecto, mientras desde el PP, el diputado Vicente Martínez Pujalte dijo ver "muy bien" las opiniones de Doña Sofía.

En rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, José Antonio Alonso, fue interrogado por algunas de las declaraciones de Doña Sofía en 'La Reina muy de cerca', aunque su respuesta fue tajante: "No vamos a hacer declaraciones sobre el libro". Por su parte, el presidente del Senado, el socialista Javier Rojo, sí que entró a valorar los comentarios contra los matrimonios homosexuales, de los que Doña Sofía dice no entender por qué se sienten orgullosos. "Yo también tuve que explicarle la ley de matrimonios gays a mi madre", señaló Rojo.

"Yo respeto a la Reina en sus opiniones porque creo que eso está dentro del pensamiento, de la opinión que pueden tener muchos ciudadanos de este país", dijo el presidente del Senado. Un paso más allá fue el diputado del PSOE Manuel de la Rocha, perteneciente a la corriente interna de Izquierda Socialista, y que consideró que la Reina ha roto "el principio de neutralidad al que debe someterse" como esposa del Rey, lo que le llevó a poner en duda la "profesionalidad" que siempre se le ha reconocido en el desempeño de su tarea institucional.

"Como persona, Sofía de Grecia puede tener todas las opiniones que considere oportunas, tiene absoluto derecho a tenerlas y las que expone forman parte de comentarios que harían una parte de los ciudadanos españoles", reconoció De la Rocha. Opinión distinta a la que expresó el diputado del PP Martínez Pujalte, que defendió que la Reina ha cumplido una función "muy importante" en España y que le parecen "muy bien" sus palabras. Por parte de CiU, el diputado Carles Campuzano se expresó de manera similar a De la Rocha y señaló que "la Reina puede opinar todo lo que crea oportuno", aunque, como no es la jefa del Estado, su opinión no tiene más valor que otra.

Más crítico se mostró el senador del PNV Iñaki Anasagasti, que consideró que Doña Sofía se ha metido "en un jardín de rosas, pero también de espinas", porque aunque es libre de opinar "tiene que saber que si lo hace sobre cosas concretas, tendrá a gente a favor y gente en contra que la criticará". "Si entra en la concreción, indudablemente será sometida a una debate político y el debate político no favorece absolutamente nada a la Monarquía", afirmó el senador jeltzale, que añadió que no es la primera vez que la Corona rompe "el principio de neutralidad".

Desde ERC, el portavoz de la formación en el Congreso, Joan Ridao, también dijo que la Reina es "libre" de opinar pese a que "la Transición usurpó la posibilidad de decidir entre monarquía y república". Además, consideró que "parece mentira" que la Reina se extrañe de la quema de fotografías porque parece que "no entiende que haya gente que crea legítimamente que la monarquía es una antigualla en pleno siglo XXI". "Otra cosa son las opiniones que muestran su pensamiento marcadamente conservador", que "podría haberse ahorrado" respondiendo al papel de la monarquía de "moderación, arbitraje y conciliación entre las instituciones".

Mientras el secretario general de ICV, Jordi Guillot, pidió una rectificación a la Reina por "opinar públicamente" sobre los matrimonios homosexuales y que se inspire "en los valores republicanos del respeto, la tolerancia, la pluralidad o la laicidad", el diputado de IU, Gaspar Llamazares, se congratuló porque "en España el Rey reina, pero no gobierna". "Y la Reina tampoco. Quien decide lo que es o no matrimonio es el Parlamento", resaltó, considerando que estas declaraciones sitúan a Doña Sofía en el "espacio conservador", lo que perjudica a la Casa Real.