No hubo final feliz. El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha dado órdenes a la secretaria general de su partido, María Dolores de Cospedal, para que ponga en marcha los instrumentos necesarios para que el PP vuelva a tener presencia propia en Navarra, comenzando con la búsqueda de un local que oficie de sede y de las personas adecuadas para representar al partido como cabezas de lista. La historia se repite en una comunidad donde la derecha ha pasado antes por otros divorcios y donde la suma de socialistas y posabertzales supera los efectivos de UPN, presumiblemente mermado cuando los populares compitan en su mismo mercado de votos.

Y es que el PP entiende que la suspensión de militancia al diputado de UPN, Santiago Cervera, que desobedeció la instrucción de su partido de abstenerse en la votación de las enmiendas a la totalidad a los Presupuestos Generales del Estado, supone la ruptura del acuerdo de colaboración que mantenían desde 1991. El PP había puesto como condición que Cervera y el histórico dirigente y ex diputado Jaime Ignacio del Burgo no fueran sancionados para no ir más allá de la mera suspensión de relaciones que había acordado el PP hasta resolver definitivamente la situación.

Pese a la ruptura, De Cospedal quiso dejar la puerta abierta e indicó que el PP está dispuesto a escuchar a UPN en el futuro, porque "hablamos con todo el mundo", aunque subrayó que tendrá que ser el partido navarro quien llame a su puerta. Precisamente, en el comunicado emitido por UPN tras la sanción a Santiago Cervera, el partido se mostraba dispuesto también a establecer "nuevas fórmulas de colaboración" con el PP, lo que también ha sido interpretado por el PP como un motivo más para la ruptura.

Por el momento, el PP está en la decisión de crear su propia organización en Navarra y en ese sentido ha hecho un llamamiento a todos los militantes de UPN que no estén de acuerdo con la actual estrategia política del partido de Miguel Sanz y que compartan los "valores y principios de una Navarra integrada" para que se incorporen al PP, porque este partido tiene "meridianamente claro" que sus votantes deben contar con representación en la Comunidad Foral.

Antes de que De Cospedal anunciara formalmente la ruptura de relaciones con UPN, Rajoy comunicaba la decisión a los diputados y senadores de su partido reunidos en el Congreso, que recibieron la noticia con un fuerte aplauso, al tiempo que expresaba su apoyo a Santiago Cervera y a Jaime Ignacio del Burgo y mostraba su respeto por la postura del otro diputado de UPN, Carlos Salvador, que sólo ha sido sancionado con una multa de 300 euros por la ruptura de la disciplina de voto -sanción que ha anunciado que no recurrirá-. De Cospedal anunció que Santiago Cervera continuará siendo portavoz adjunto del grupo parlamentario popular en el Congreso aunque UPN le apartara de esta responsabilidad, "porque las decisiones en el PP únicamente las toma el PP".