El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, pidió ayer al presidente de Baleares, Francesc Antich, que no continúe "ni un minuto más" al frente de su Gobierno, tras conocer las informaciones periodísticas que denuncian que su presidencia podría haberse conseguido con "fraude electoral".

González Pons hizo esta petición a Antich en una rueda de prensa después de que el diario El Mundo publicara que Unió Mallorquina captó votos en la campaña electoral de 2007 entre colectivos de inmigrantes sudamericanos a cambio de dinero o de sueldos en empresas públicas.

El dirigente popular calificó este hecho de "muy grave" al señalar que la compra de votos "pudo alterar el resultados en las elecciones autonómicas, hasta el punto de que, si no se hubiera producido, el Gobierno de Baleares sería otro".

"No estamos ante un fraude electoral más, sino ante un gran fraude electoral porque es un fraude electoral que cambia el resultado de unas elecciones", subrayó, antes de recalcar que si los votos comprados no se hubieran comprado el resultado electoral sería otro.

"Eso quiere decir que Antich basa su Gobierno en un fraude electoral", señaló, para a continuación añadir que, por dignidad democrática, el presidente balear no debe seguir "ni un minuto más" al frente del Ejecutivo autonómico.

También pidió al Gobierno de España que dé algún tipo de explicación por este hecho, dado que el PSOE llegó al gobierno en Baleares tras pactar con UM y el Bloc per Mallorca, aunque el pasado mes de febrero UM fue expulsada del pacto por la vinculación de varios de sus miembros con casos de presunta corrupción.

"Ha llegado la hora de que el PSOE dé una explicación pública sobre si se compraron votos o no", concluyó.

En las elecciones autonómicas de 2007, la coalición que los socialistas formaron les permitió aventajar al Partido Popular en un solo escaño, lo que justifica aún más si puede las declaraciones de Pons, pues con UM fuera del pacto y esta supuesta irregularidad, la mayoría volvería al PP.