Entre leones

Pistoletazo para el Bicentenario

  • Patronal y sindicatos muestran a los partidos el camino para un pacto de Estado. Blanco se pavonea con un Adolfo Domínguez. Bono se salva por los pelos. González, enfrascado en el informe del 'comité de sabios'

Pacto de Estado

Pocos minutos después de que el rey Juan Carlos defendiera públicamente un pacto de Estado para sacar a España de la crisis económica, el portavoz del Grupo Socialista, José Antonio Alonso, anunció una ronda de conversaciones con todos los portavoces parlamentarios para cumplir los deseos del Monarca español y de la inmensa mayoría de los españoles. Por su parte, la portavoz popular, Soraya Sáenz de Santamaría, fijó las condiciones para un acuerdo: que el Gobierno cambie su política económica. En cualquier caso, entre que el Gobierno está apostando por no explicarle sus planes ni a sus propios diputados y entre que el PP continúa rentabilizando electoralmente la crisis económica, las posibilidades de un pacto de Estado económico entre los dos grandes partidos resulta, hoy por hoy, una quimera. El arranque del nuevo periodo de sesiones, con Zapatero y Rajoy y sus respectivas tropas instalados en un insultante diálogo de besugos, hace que no se puedan albergar muchas esperanzas. El ejemplo dado por los sindicatos y la patronal, que alcanzaron un acuerdo sobre la negociación colectiva y que se aprestan a cerrar otro antes de abril sobre el mercado laboral, no parece, por ahora, perturbar las posiciones inmovilistas de las bancadas políticas españolas

Blanco

Que Blanco está trabajando ya en el poszapaterismo, de eso no cabe ninguna duda, aunque él jure y perjure que Zapatero no le ha comunicado ni él ni a nadie si se presentará como candidato socialista en las elecciones generales de 2012. El todopoderoso ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, enfundado en un traje impecable y en un abrigo de su paisano Adolfo Domínguez, se pavoneó por los pasillos del Congreso con aires de líder del mundo mundial tras lograr que la Cámara Baja ratificara ampliamente -sólo hubo un voto en contra- su decreto-ley sobre los controladores aéreos. Hasta hace bien poco, el gallego, que aspira, sobre todo, a convertirse algún día en presidente de la Xunta de Galicia, lucía menos aires de grandeza y pana, mucha pana socialista de ocasión. Por cierto, Blanco salió muy enfadado con la actitud del portavoz de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, que fue el único que votó en contra del decreto sobre los controladores.

Felipe

Mientras Salgado parece haber apagado -que no pagado- el incendio de The Financial Times con un viaje relámpago a la City londinense para que Zapatero pudiera clausurar, de una vez por toda, su semana horribilis, el ex presidente Felipe González no dice ni pío. Cuentan que está enfrascado con el informe del comité de sabios de la UE que, por cierto, dicen que va a ser oro fino. En poco más de diez folios, el sevillano va a darle un repaso al proyecto europeo por delante y por detrás. Y, entre otras muchas cuestiones, defenderá sin complejos la energía nuclear como parte fundamental de la independencia energética que Europa necesita para poder seguir defendiendo los valores que inspiraron su construcción -libertad, igualdad, solidaridad, etc.-. Por cierto, aunque González no mostró mucho interés por presidir el Consejo de Europa, fue la canciller alemana, Angela Merkel, la que le cerró la puerta por el "perfil alto" del sevillano.

Bombero imprudente

El presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, se convirtió el jueves en bombero por un día y a punto estuvo de liarla. En plena sesión de la Cámara Baja, el cable de su ordenador empezó a echar humo, producido posiblemente por un cortocircuito, y no se le ocurrió otra cosa que apagarlo con un vaso de agua. No le pasó nada, pero a punto estuvo de estropearse el trasplante de cabello. Más de uno le reprochó su imprudente acto reflejo. En fin, Bono se salvó de milagro, esperando su momento para aspirar de nuevo a la más alta magistratura del Estado.

Atún rojo

Aunque la Eurocámara ha metido al atún rojo en el anexo de las especies protegidas, impidiendo su comercialización fuera de Europa, el europarlamentario Sánchez Presedo dijo en Canal Sur que no todo está perdido. Mal asunto para los almadraberos.

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