Balance de 2017

Rajoy señala al nubarrón catalán

  • El presidente dice que la crisis del 'procés' es "la única sombra" que se cierne sobre el crecimiento económico

El discurso de Mariano Rajoy haciendo balance de 2017

Se definió como "optimista realista" y aseguró que España está en condiciones de crecer a una media del 2,5% hasta 2020 y llegar a los 20 millones de trabajadores. Un horizonte plácido, con un pequeño nubarrón según el presidente del Gobierno, la crisis en Cataluña, "la única sombra que se cierne" sobre la economía, según expuso ayer Mariano Rajoy en su balance de fin de año tras presidir la última reunión del Consejo de Ministros del año.

Rajoy asumió que éste ha sido un ejercicio "extraordinariamente difícil" y "con momentos de enorme tensión para todos" porque se ha tenido que hacer frente a algo tan "desestabilizador" como la declaración de independencia de Cataluña.

Pero a pesar de ello, cree que hay más elementos para hacer un balance positivo que negativo, porque estima que ha sido "un año ganado para la recuperación de España desde el punto de vista económico, social e institucional". En esa línea, subrayó que la consolidación de la recuperación económica se nota cada vez más en la vida de los ciudadanos.

Su optimismo lo avaló con datos económicos, como el crecimiento en el entorno del 3,1%, haber recuperado el PIB previo a la crisis y la creación de casi 600.000 empleos para seguir con el objetivo de reducir el paro hasta el 115 en 2020.

Pero hay una mosca en la sopa. "La única sombra que se cierne cobre la economía es el factor de inestabilidad que genera la política en Cataluña", recalcó Rajoy antes de volver a poner en valor la aplicación del artículo 155 de la Constitución, la calidad de la democracia española, la independencia de poderes, el imperio de la ley, la utilidad de las normas que nos hemos dado y la serenidad del conjunto de la sociedad.

"Lo lógico y lo razonable sería no volver a ponerlos a prueba", resaltó antes de considerar que al futuro Govern, "sea el que sea" le corresponde exponer a los ciudadanos sus prioridades políticas dentro de la ley.

E insistió en que no caben más apelaciones a la ruptura o la ilegalidad "porque la ley no lo permitirá" y porque tampoco pueden alegar el apoyo mayoritario de la sociedad "para mantenerse en esa deriva tan perniciosa".

Rajoy, quien no ve extrapolables los resultados de las elecciones catalanas, destacó que está demostrando que se puede gobernar en tiempos de fragmentación política gracias a los acuerdos con otros partidos y apeló a la lealtad de todos, pese a las discrepancias que pueda haber, para que se sigan logrando.

Pero las gafas de Rajoy no son las de la oposición. Así, el PSOE hizo ayer un balance de 2017 caracterizado por la "doble fractura" que, a su juicio, se ha producido este año en España, la territorial y la social, y de ambas culpó a las políticas del Gobierno del PP "en colaboración con su socio" Ciudadanos (C's) y a la "inacción" del presidente del Gobierno.

El secretario de Organización de los socialistas, José Luis Ábalos, dibujó un panorama fruto de los seis años que lleva gobernando Rajoy con su "política de derechas", de aumento de la desigualdad, la precariedad y la pobreza. Para los socialistas, el Ejecutivo de Rajoy tiene aún el "síndrome del Gobierno en funciones" y ha demostrado que es "incapaz de gobernar sin el apoyo de una mayoría absoluta", porque "solo saben gobernar imponiendo y ahora que no tienen esa mayoría no saben ni qué hacer".

El balance de Podemos le correspondió al responsable de Sociedad Civil de la formación morada, Rafael Mayoral, quien resumió 2017 como "el año del Gobierno fuera de la ley", de "la trama", de la imputación del PP, "de la precariedad, la devaluación salarial", "la involución democrática" y "el 155 contra el autogobierno".

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