crisis en Cataluña

Torra y Puigdemont escenifican su doble presidencia sin revelar un plan de Gobierno

  • Torra y Puigdemont reclaman en Berlín a Rajoy que dé carpetazo al 155 y devuelva a la Generalitat el control de las finanzas

  • El 'president' electo anuncia un 'Govern' duradero

Quim Torra y Carles Puigdemont, durante su encuentro.

Quim Torra y Carles Puigdemont, durante su encuentro. / EFE

El presidente catalán electo, Quim Torra, escenificó este martes en Berlín la unidad total de acción con el "legítimo", Carles Puigdemont, un binomio que exigió a Mariano Rajoy que ponga fin al control de las finanzas catalanas, que siguen bajo la férula del 155, y prometió un Govern "fuerte" y duradero.

Al día siguiente de haber sido investido president, Torra viajó a Alemania para reunirse con Puigdemont, quien se prevé que lidere el llamado Consejo de la República desde el exterior.

Tras definirse como president de "custodia" y comprometerse nuevamente a intentar investir a Puigdemont cuando sea posible, Torra exigió que se restituya a la Generalitat el control de sus propias finanzas, un aspecto que calificó de "clave".

Con un ojo puesto en la reunión que mantenían en Moncloa el presidente del Gobierno y el líder del PSOE, Pedro Sánchez, el jefe electo del Govern advirtió que si éste no tiene el control sobre sus finanzas, "es una intervención por otros medios y no respeta la voluntad del pueblo de Cataluña" expresada el pasado 21 de diciembre.

Tanto Torra como Puigdemont apostaron por un Govern "fuerte" en Cataluña, que ponga en marcha un "proceso constituyente" para elaborar un proyecto de "constitución catalana", y trataron de enfriar la idea de convocar elecciones en un futuro próximo.

El president electo explicó que quiere "restituir" el Govern de Puigdemont y por ello pedirá a los consellers que están en la cárcel y en el extranjero que repitan en el cargo.

Según detalló antes de viajar a Berlín en una entrevista de Catalunya Ràdio, "el principio de restitución será la base del Govern y vale para todos", desde los consellers hasta los directores generales, pasando por el ex mayor de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero.

En todo caso, la CUP mostraba, por su parte, su primera "tarjeta roja" a Torra, al que reprochó que su "principal objetivo" sea el diálogo con el Gobierno del Estado antes que el "derecho de autodeterminación" de Cataluña, lo que es una "renuncia".

En rueda de prensa en el Parlament, el diputado de la CUP Vidal Aragonés evidenció ese toque de atención a Torra mostrando precisamente una carpeta roja desde el atril, para evidenciar su postura crítica ante las palabras del presidente electo y de Puigdemont minutos antes en Berlín.

El portavoz parlamentario de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, criticó, a su vez, que el primer acto de Torra tras su investidura haya sido reunirse en Berlín con el "fugado" Puigdemont. Asimismo, el PSC presentó, por su parte, una batería de preguntas escritas a la Mesa del Parlament para saber si el viaje de Torra a Berlín se ha pagado a cargo del presupuesto de la Generalitat.

El diputado de Podemos Íñigo Errejón admitió que no parece que Quim Torra sea "el presidente ideal para hacerse cargo de un país plural que necesita de acuerdos amplios". 

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