Un día después de que el Parlamento del País Vasco aprobase la celebración en octubre de una consulta en esa región del norte de España, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, advirtió hoy al jefe del Ejecutivo regional, Juan José Ibarretxe, que "no puede poner urnas".

"No puede poner urnas, no dispone de urnas ni de administración electoral", manifestó Zapatero en una entrevista con "El País" que se publicará mañana y de la que el diario español ofrece hoy un adelanto.

El proyecto de Ibarretxe aprobado el viernes es "claramente inconstitucional", aseguró Zapatero.

La consulta sobre el derecho a decidir de los vascos está prevista para el 25 de octubre. En cuanto sea publicada en el Boletín Oficial del País Vasco, el gobierno de Zapatero impugnará su convocatoria ante el Tribunal Constitucional, lo que significa que quedará suspendida durante cinco meses, plazo en el que la Corte decidirá sobre su legalidad y que va más allá del 25 de octubre, la fecha prevista para el referéndum.

"No tengo ninguna duda de que (Ibarretxe) acatará la legalidad", manifestó Zapatero al respecto. El presidente del gobierno español avanzó así, según "El País", que el Estado recurriá al uso legítimo de la fuerza para resolver el conflicto.

Por su parte, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, utilizó hoy un símil futbolístico para referirse a la consulta aprobada el viernes. "Ibarretxe quiere engañar al árbitro", indicó el titular de Interior, refiriéndose a la ilegalidad que el gobierno achaca al proyecto del jefe del gobierno vasco. Pero "no ha metido un gol al gobierno, sino que se lo ha metido en propia puerta", aseguró en una entrevista con la cadena Ser.

"La consulta es un proyecto para los objetivos electorales de Ibarretxe y que éste plantea un referéndum porque sabe que tiene unas elecciones", añadió. Las elecciones vascas están previstas para 2009.

Ibarretxe sacó adelante su convocatoria de referéndum gracias a un voto del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV), formación proetarra con un proceso de ilegalización abierto en el Tribunal Supremo al ser considerada sucesora de Batasuna (Unidad), el ilegalizado brazo político de ETA.

El PCTV, con nueve parlamentarios regionales, apoyó con uno de sus votos el proyecto, mientras que el resto de los diputados del partido proetarra se abstuvo. Ese voto rompió el empate entre los 33 apoyos con los que contaba el jefe del gobierno regional vasco y los 33 votos que sumaron juntos el Partido Socialista (PSOE) de Zapatero y el Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy.