Caso faisán

El investigador del 'chivatazo' reitera sus sospechas sobre los mandos policiales

  • La Fiscalía sostiene que la declaración ante Garzón del jefe de la instrucción y dos agentes no aporta nada nuevo y vuelve a pedir el archivo de la causa.

El jefe de la investigación sobre el chivatazo que en 2006 alertó a ETA sobre una operación policial contra su red de extorsión ha ratificado el informe en el que incriminó al ex director general de la Policía Víctor García Hidalgo y a otros dos mandos policiales del País Vasco. Así lo han confirmado fuentes fiscales, que han precisado que tras los interrogatorios al jefe de la instrucción y a dos agentes que participaron en la misma ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón no se añaden datos nuevos a la investigación y que el Ministerio Público se mantiene en su postura de pedir el archivo de la causa. "Lo que había es lo que sigue habiendo", han aseverado las fuentes consultadas, que han indicado que el jefe de la investigación ya había declarado con anterioridad en la Audiencia Nacional y que había ratificado su informe en otras dos ocasiones.

Los hechos se remontan al 4 de mayo de 2006, cuando una persona advirtió al dueño del bar Faisán de Irún (Guipúzcoa), Joseba Elosua, de que podía ser arrestado ese mismo día en una operación contra el aparato de extorsión de ETA, que debido al chivatazo se retrasó hasta el 20 de junio, cuando se detuvo a Elosua y a una decena de personas acusadas de recaudar el llamado impuesto revolucionario. En el citado informe, el testigo relacionó la llamada que alertó a Elosua con una que se produjo poco después de las once de la mañana del 4 de mayo y cuyos interlocutores eran el jefe superior de Policía del País Vasco (el que llamaba) y el inspector de Vitoria (llamado).

Los investigadores vincularon esa llamada con otra -grabada por la Policía- en la que Elosua contaba a su yerno que una persona le había advertido en su bar de que le seguían y concluyeron que "es en esa llamada del jefe superior de Policía al inspector cuando éste le pasa el teléfono a Elosua y el jefe superior comunica a este último la existencia de un dispositivo de seguimiento". La Fiscalía concluyó, sin embargo, que no había ningún "elemento adicional de prueba" que corroborara que el contenido de la conversación fue ése y no otro, por lo que el pasado 5 de octubre pidió el archivo de la causa a Garzón, una postura que con los interrogatorios de esta tarde se ha afianzado en el Ministerio Fiscal, según las fuentes consultadas.

El juez ha interrogado a los tres policías después de que el pasado lunes la sala de lo penal de la Audiencia le ordenara "agotar" la investigación, al estimar que si la filtración partió de las Fuerzas de Seguridad los hechos "adquieren una gravedad sin precedentes en la historia de la lucha contra el terrorismo".

Además, fuentes jurídicas han informado de que Garzón ha recibido el informe que pidió a la Policía para que le dieran los datos que existen sobre la identificación de la cabina desde la que Elosua realizó llamadas los días 3, 4 y 5 de mayo de 2006, así como si la cabina estaba intervenida y, de ser así, la relación de las llamadas efectuadas por éste entre las 10:00 y las 16:00 del día 4. El juez también quiere saber si existe una relación de llamadas tanto desde móviles como desde fijos entre Elosua y José Antonio Cau Aldanur -miembro del aparato de extorsión de ETA- y si este último tenía intervenidas las comunicaciones, y ha pedido que le hagan llegar una transcripción de las mismas. Una vez que Garzón estudie estos datos, cursará una comisión rogatoria a Francia para que le informen de si se hizo un análisis de las llamadas realizadas por Elosua y Cau Aldanur y si el motivo de suspender su intervención en la operación policial contra la red de extorsión de ETA "tuvo por motivo la filtración" al dueño del bar Faisán.

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