Eurocopa 2008

Low repetirá esquema ofensivo ante Croacia para asegurarse el pase

  • Alemania y Croacia se juegan el pase anticipado a los cuartos.

Croacia y Alemania se toparán mañana en Klagenfurt buscando sellar el pase anticipado a los cuartos de final de la Eurocopa de fútbol, en un duelo que ambas partes no dudan en calificar de "caliente".

Croacia llega "con respeto pero sin miedo ante uno de los grandes favoritos del torneo", como lo definió el entrenador Slaven Bilic, y con "la tranquilidad que otorga el haber ganado el primer partido", haciendo referencia al 1-0 sobre Austria.

Alemania, por su parte, avalada por el convincente 2-0 sobre Polonia del debut, saldrá "con la misma mentalidad y el mismo esquema ofensivo", asegura Joachim Low, que aunque mantiene su costumbre de no revelar a los titulares, dio a entender que repetirá el equipo ganador.

Significa que volverá a confiar en Lukas Podolski sobre la banda izquierda, detrás de la dupla delantera Miroslav Klose y Mario Gómez. Resultaría difícil explicar la sustitución de Podolski, después de que el delantero del Bayern Múnich revalidara su condición de ídolo después de los dos tantos que convirtió ante los polacos.

"Todo habla en favor de mantener el mismo equipo", recalca también Michael Ballack, que el jueves cumplirá 40 partidos llevando el brazalete de capitán.

"Será un partido con emociones muy intensas", admite el cuerpo técnico alemán. "Pero no tendremos conmiseración con el rival", dijo el asistente de Low, Hans Flick. "Queremos llevarnos los tres puntos y estar ya en cuartos", añade. Para sacar el boleto anticipado, además de ganar, tendrán que esperar un empate en el otro encuentro del grupo B, entre Polonia y Austria.

Pero ese mismo objetivo lo buscan los croatas. "Tenemos la ventaja de que no sentimos presión alguna, podemos jugar libremente", comenta el capitán Niko Kovac, hombre que conoce muy bien el fútbol alemán desde su época en la Bundesliga, lo mismo que su hermano Robert, en la línea de fondo junto a otro "alemán", Josip Simunic, jugador del Hertha, o el delantero Ivica Olic, del Hamburgo.

Pero además, el entrenador Bilic, que también jugó en su época en Alemania, tiene a su favor un factor sicológico nada descartable. Integró aquel equipo croata en torno a Davor Suker que hace exactamente diez años humilló 3-0 a Alemania en los cuartos de final del Mundial de Francia '98. "A ese partido lo recuerdo muy, pero muy bien, sé lo que significó para nosotros", rememora Bilic.

Ivan Klasnic, otro "croata-alemán", delantero del Werder Bremen, podría hacer su debut en el torneo y se convertiría así en el primer jugador en jugar un torneo continental con un trasplante de riñón. "Los alemanes son muy fuertes en la ofensiva, y en el mediocampo, pero en la defensa tienen sus momentos flojos, es lo que tenemos que aprovechar", analiza Klasnic.

Los croatas, que volverán a depositar la creatividad en Luka Modric, podrían apartar de la delantera a Mladen Petric, jugador de Borussia Dortmund, para encomendar a Ognjen Vukojevic la tarea de encadenar a Ballack. "Será uno de los mejores jugadores del mundo, pero yo me encargaré de detenerlo", aseveró el jugador del Dinamo de Zagreb.

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