Eurocopa 2008

Toni y su explosión a los treinta

  • El delantero centro referente de Italia pasó por un gran número de equipos humildes hasta que destacó en el Palermo.

Campeón del mundo, titular inamovible en el Bayern Múnich y la selección italiana y considerado uno de los mejores atacantes del planeta, Luca Toni es un caso singular: tuvo que esperar hasta después de los treinta años para explotar en el máximo nivel.

Módena, Empoli, Fiorenzuola, Lodigiani, Treviso, Vicenza, Brescia: para quien no conoce la Península como la palma de su mano, se necesita un atlas para seguir la mayor parte de su carrera, que pasó en los equipos más modestos de la Serie A y las formaciones de categorías inferiores.

A la edad en que Cristiano Ronaldo, Messi o Rooney son hoy estrellas idolatradas, internacionales, Toni acumulaba largos desplazamientos ya que debía lavar él mismo sus medias.

A Toni le llevó tiempo imponerse. El nativo de Pavullo nel Frignano, en Emilia-Romana (centro-este) no tenía a priori el físico ideal para imponerse como bombardero.

Muy grande (1,96 m, 94 kg), algo lento y poco técnico, debió esperar para construir su juego, aprender a utilizar mejor su fuerza física y afinar sus remates con destino de gol.

Tras pasar por siete clubes 1994 y 2003, luego de algunos períodos de incertidumbre, le revelación llegó a Palermo (2003-2005). En dos temporadas, la primera en Serie B y la segunda en la A, marca 50 goles en 80 partidos, obteniendo su primera selección en agosto de 2004. Después, creció sin detenerse.

Transferido a la Fiorentina en 2005, brilla marcando 31 tantos en 38 partidos. Cabe notar que hay que remontarse a 1959 para encontrar un bombardero más prolífico en Serie A.

En el Mundial-2006, se consagra ganando la Copa, marca dos goles a lo largo del torneo, contra Ucrania en cuartos de final (3-0), aunque la base del equipo era esencialmente defensiva.

En las clasificaciones de la Eurocopa-2008 se convierte en indispensable, relanzando a la Azzurra contra Ucrania (1 gol) y Escocia (2), y además gritó el tanto de la clasificación a Suiza y Austria en Glasgow (1-2).

Mientras tanto, hizo otro campañón en Florencia (16 dianas pese a una cadena de lesiones) y pasa a una categoría superior cuando el Bayern lo compra por once millones de euros.

En Múnich, Toni se convierte en emblema, ganando la Bundesliga y convirtiéndose en máximo artillero, haciendo una dupla magnífica con el francés Franck Ribéry.

"Se transformó en un verdadero profesional a los 25 años. Tiene ganas de ganar todo, como si quisiera recuperar el tiempo perdido", sintetiza Uli Hoeness, manager general del elenco bávaro.

Tras una primera temporada en un gigante de Europa, Toni busca seguir decorando su palmarés con una Eurocopa, a sus 31 años, nada menos.

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