El hombre al que más le teme España en la víspera se llama Andrei Arshavin, el delantero que a fuerza de talento, velocidad y goles se ha convertido en sensación de la Eurocopa 2008 y es pretendido por varios clubes grandes del continente, entre ellos el Barcelona.

"Rusia jugará de su forma habitual. No haremos un fútbol defensivo, porque nos gusta atacar, pero no todo depende de nosotros. Veremos qué hacen los españoles. Quizá sea un poco más difícil para nosotros, que jugamos un fútbol abierto, porque nuestro rival sabe cómo contraatacar y tiene jugadores rápidos", dijo ayer el genio de San Petersburgo a la página web oficial de la Eurocopa.

"Es el futbolista más inteligente que he visto jamás", lo describió Guus Hiddink, quien decidió incluirlo en el plantel pese a que se perdería los choques con España y Grecia, por una suspensión. "Vine aquí esperando tener una oportunidad para jugar en un gran torneo. Fue difícil para mí entrenarme duro sabiendo que no iba a jugar. Fue inusual", afirma Arshavin.

Y tuvo su gran oportunidad y la aprovechó: se erigió en figura excluyente en las victorias frente a Suecia y Holanda. Ya marcó dos goles y dio dos pases de gol, y en ambos encuentros fue elegido por la UEFA como jugador del partido.

A su gran técnica, el diez ruso le agrega capacidad de definición, como la que exhibió en la noche del sábado en Basilea al tocar el balón por entre las piernas de Van der Saar para sellar el 3-1. No por nada lleva marcados 13 goles en 36 presentaciones internacionales, y 47 en 217 partidos con el Zenit.

"He jugado mejores partidos muchas veces, pero lo que pasa es que el equipo está ganando. No hago nada fuera de lo normal. A veces marco, a veces doy un pase. Cuando lo haces en un Mundial o una Eurocopa la repercusión es más grande, porque lo haces frente a un montón de gente", argumenta.

Ante la pregunta de si tiene hambre de revancha tras el 4-1 que España le propinó a Rusia, es claro: "No, pero posiblemente porque no participé. Para mí ese partido ya no significa nada. Ésta es una semifinal y las cosas pueden ser decididas por apenas un error".

Arshavin considera que en el choque de Innsbruck Rusia cometió errores tácticos e individuales. "Si uno le deja una sombra de posibilidad a delanteros como Villa o Torres, uno tendrá problemas. Ellos pueden superar fácilmente a un defensor, si están uno contra uno. Y eso es exactamente lo que hicieron", advierte.

Tras conducir al Zenit a la gran vidriera europea al obtener la última Copa de la UEFA, Arshavin, a sus 27 años, parece decidido a emigrar. Y en estos días la prensa dio a conocer el supuesto interés de varios equipos, como Arsenal, Chelsea e Inter, además del Barcelona. "He sido seguidor del Barcelona toda mi vida. Barcelona es mi sueño. Nunca pensé que tendría una genuina oportunidad de jugar en ese club", dice en la entrevista.

"Veremos cómo evoluciona la situación. Por ahora, no puedo decir nada seguro. En este momento, soy jugador de la selección de Rusia y sólo quiero pensar en hacerlo bien en semifinales", agrega Arshavin, quien hoy puede convertirse en el verdugo del país al que tiene ilusión por mudarse en breve.