Bicentenario

Guayasamín o el arte como medio de protesta contra la barbarie humana

  • El Castillo de Santa Catalina acoge desde ayer una exposición del pintor ecuatoriano que se presenta como una de las muestras estrella del Doce · "Traemos a Cádiz 5.000 años de historia", dijo su hijo

Siempre voy a volver, mantengan encendida una luz. Oswaldo Guayasamín prometió con esta frase su eterna presencia en el mundo de los vivos gracias a una obra poderosa, descarnada, comprometida con el doliente, con las injusticias, pero donde incluso hay espacio para la ternura. Ayer, Día de la Hispanidad, curiosamente 20 años después de que se intentara que el ecuatoriano realizara en Puerto Real un monumento en desagravio a los excesos de los descubridores del Nuevo Mundo entre los indígenas, el Castillo de Santa Catalina acogió la inauguración de una de las mejores exposiciones que han visitado la ciudad con motivo del Bicentenario y que bajo el título El tiempo que me ha tocado vivir hace un repaso por la obra del ecuatoriano, que fue nombrado Pintor de Iberoamérica en la Cumbre de Cuba y cuya fundación se encarga de mantener vivo un legado riquísimo tanto en pintura como en esculturas. "Traemos a Cádiz 5.000 años de cultura de Ecuador", dijo Pablo Guayasamín, su hijo, que acudió a la inauguración junto a su vástago, de idéntico nombre, nieto de Oswaldo y que nos comentó estar "orgulloso e ilusionado" por el resultado de la exposición "tras cuatro años de trabajo, desde que comenzamos a conversar de esta posibilidad con la alcaldesa durante una visita a nuestra fundación".

"Pintar es una forma de oración al mismo tiempo que de grito", decía Guayasamín, y eso se observa al recorrer las estancias de Santa Catalina, ese castillo inolvidable que luce estos días más bello que nunca. Entre sus cuadros se intercalan algunas frases impactantes de este hombre comprometido y de poetas como Pablo Neruda, que advierte: "Pensemos antes de entrar en su pintura porque no nos será fácil volver".

En la exposición, que consta de 60 cuadros, complementados para la ocasión con una selección de 250 piezas de arte colonial y prehispánico pertenecientes también a la colección de Guayasamín, uno puede recorrer las diferentes etapas del artista, entre ellas la espectacular serie denominada La edad de la ira. "Mi pintura es para herir, para arañar y golpear en el corazón de la gente. Para mostrar lo que el hombre hace en contra del hombre", dijo Oswaldo Guayasamín, y contemplando sus cuadros uno no puede evitar sobrecogerse. "El itinerario marcado de la exposición ya dice mucho de lo que era y es Oswaldo Guayasamín, uno de los mejores artistas contemporáneos de Iberoamérica y el mejor referente del arte de Ecuador", dijo Teófila Martínez durante el acto de inauguración.

Esta exposición, que permanecerá abierta hasta el próximo 30 de marzo con horario de diez de la mañana a ocho de la tarde, es una de las grandes apuestas culturales de cara a la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno. De hecho, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, ya ha anunciado que visitará Santa Catalina aprovechando su estancia en la ciudad el próximo mes de noviembre.

En el acto de inauguración de ayer, además de la alcaldesa y de la familia de Guayasamín, estuvo la embajadora de Ecuador en España, Aminta Bueñano, quien en su intervención destacó el orgullo que supone traer a Cádiz esta exposición que quiere "mantener una luz para los ojos del mundo".

Guayasamín, que en lengua quechua significa "ave blanca volando", retrató como nadie los sentimientos de angustia y dolor de los que sufren. La directora del Patrimonio Cultural de Ecuador recordó que donó al país todo su patrimonio artístico.

Antonio Castillo, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Cádiz, recordó igualmente los cuatro años de trabajo que han costado poder contemplar esta exposición, mientras que Andrés Vargas, en representación de la Secretaría General Iberoamericana, felicitó a la ciudad "porque nunca antes una Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica tuvo un programa cultural tan amplio".

Pablo Guayasamín, su hijo, aconsejó ver las obras de su padre "comprendiendo el mensaje" y destacó "ese grito por la paz y el rechazo a la violación de los derechos humanos que se aprecia en su trabajo".

La alcaldesa fue la encargada de cerrar el acto de inauguración de la exposición con un discurso en el que dijo que "somos unos afortunados por tener en Cádiz una muestra de este calado, de un artista que siempre quiso convertirse en altavoz de injusticias, de la pobreza, de la tristeza que absorbe a los desfavorecidos... Y lo consiguió".

Martínez continuó diciendo que Guayasamín "viene a Cádiz y trae la luz de los Andes... una luz que se va a mezclar con la de Cádiz y que va a provocar una explosión de sentimientos inigualable". "Cádiz quiere devolver a América lo que América le ha dado a ella. Cádiz, como ciudad con puerto y abierta al mar, es una ciudad de mestizos, igual que su tierra natal, igual que su procedencia. Estoy segura de que Guayasamín se habría sentido en Cádiz como en su casa", dijo para terminar Martínez.

Guayasamín, en una obra dedicada a su madre, escribió: Mientras viva siempre te recuerdo. Aquellos que visiten estos días la exposición tampoco lo olvidarán a él. En el Castillo de Santa Catalina. Mientras viva siempre te recuerdo.

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