Si, durante una etapa, el lifting fue la técnica 'rey' para recuperar la juventud perdida, en los últimos tiempos, la investigación ha permitido que, dicha intervención, haya quedado prácticamente obsoleta (en virtud de otras aplicaciones menos agresivas y muy efectivas).

Así encontramos novedades como la pefiloplastia que, de una forma muy suave, logra definir el óvalo facial y ayuda a recuperar esa flacidez que, conforme pasan los años, vamos sufriendo. Sin anestesia, y con sólo unas inyecciones que permiten hacer vida social de inmediato, el ansiado objetivo estará logrado con lo que, en principio, sólo es cuestión de decisión…

Igual que sucede con el peeling médico, parecido a los que se realizan con láser pero más económico. Más centrado en el contorno de los ojos y el labio superior, gracias a él logramos unos efectos sorprendentes si bien, la recuperación, es lenta y, al menos durante una semana, tendremos que estar 'fuera de circulación' ya que debemos usar cremas regeneradoras y antibióticas para que, la inicial irritación de la piel, vuelva a su estado original.

Utilizados por la mismísima Carla Bruni, los hilos biogradables constituyen una aplicación que, Véronique Simon, ha traído de Francia a España con la intención de abandonar los rostros artificiales por una idea que hace pasar dichos hilos por las arrugas provocando cortes en ellas y, a la vez, rellenándolas sin ningún tipo de efecto secundario y con una duración en los pacientes de entre dos y cinco años.

Menos longevo, pero también efectiva es la RICH, revitalización cutánea que, con infiltraciones de vitaminas, aminoácidos y minerales, posee una gran capacidad de hidratación y estimula el ciclo celular algo que, en sólo un día, permite comprobar la luminosidad y tersura conseguida en la firmeza del cutis. En definitiva, cuatro ventajosos avances médicos que constituyen una buena oportunidad para detener en seco el avance de la vejez.