Pasarela

Nueva York, curiosa sofisticación

  • La ciudad de los rascacielos se rinde estos días ante la moda de vanguardia. Desfiles que aúnan las tendencias más transgresoras con otras líneas clásicas, estilosas y elegantes.

De la antigua Cibeles a Nueva York. Aún con la resaca de la semana más fashion de la moda española, las miradas se dirigen en estos momentos hacia la New York Mercedes-Benz Week, que tomó el relevo a la pasarela madrileña y presenta sus propuestas para el próximo otoño-invierno. Siete días de desfiles en los que algunos de los creadores internacionales más prestigiosos han dado a conocer sus nuevas colecciones. Diseños rompedores, que aúnan modernidad con la moda más clásica. Piezas tan heterodoxas como tradicionales, cuyos fundamentos parten del más puro minimalismo o, por el contrario, encuentran la inspiración en la moda más retorcida, suntuosa y compleja.

Las tendencias que estos días inundan la ciudad de los rascacielos se pueden agrupar en dos líneas muy diferentes entre sí. La innovación de los diseñadores para la moda más urbana choca directamente con prendas de estilo excesivamente tradicional y clásico. Otros toman su propio camino fusionando ambas formas de ver la moda sin un estilo definido, como es el caso de Marc Jacobs, cuya colección no ha dejado indiferente a nadie. Éste sorprendió a propios y extraños vistiendo a la mujer con modelos que parecían sacados de cualquier historia de los hermanos Grimm, dando una patada a la feminidad y a la silueta. Una línea que nada tiene que ver con la de otras colecciones no menos llamativas y exuberantes. El pase de Carolina Herrera es el más claro ejemplo. La venezolana no arriesgó pero ganó con unos diseños ultrafemeninos, glamourosos y muy sofisticados. No faltó ese sello atemporal e inconfundible que marcan sus creaciones, vistiendo a la mujer elegantemente y dando mucho movimiento a su figura. No menos estiloso, aunque mucho más sobrio, fue el pase de Victoria Beckham, que en sus propuestas se retrató a sí misma con creaciones exquisitas y refinadas. Un toque chic que también pudo verse en el pase de Donna Karan aunque con algunas diferencias. Si Beckham apostó por la delicadeza de la mujer para sus prendas, DKNY impregnó su pasarela de un toque andrógino aunque sin perder en ningún momento la suavidad en las formas. Un tono mesurado al que tampoco renunció Tommy Hilfiger con una colección de inspiración militar y líneas rectas. En el mismo sentido, y con el cuero como bandera, presentó sus piezas Alexander Wang, para el que desfiló Gisele Bündchen. La firma no escatimó en el uso de pelo sintético, al igual que la colección del creador Christian Cota.

El aire rebelde y desenfadado llegó de la mano de Custo Barcelona, con su superposición de materiales, o Lacoste, que se rindió ante la moda de vanguardia con un toque muy urbano. La nota salvaje la puso Carlos Miele con su curiosa interpretación de los tradicionales ponchos gauchos.

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