2.436. Ése es el número que ocupa Penélope Cruz desde la tarde del pasado viernes en el firmamento de estrellas de Hollywood. Dicen que los niños nacen con un pan debajo del brazo pero, en este caso, el pequeño Leonardo Bardem Cruz ha llegado con un regalo mucho más sofisticado para su famosa madre: una estrella en el conocido Paseo de la Fama de Hollywood.

La madrileña, que llegó acompañada por su marido, Javier Bardem, y por su pareja en la ficción, Johnny Dep, fue arropada por algo mas de un centenar de seguidores, a los que deslumbró con un ceñido vestido de color púrpura.

Sólo unos pocos escogidos del panorama nacional, entre los que se encuentran Julio Iglesias, Plácido Domingo y Antonio Banderas, cuentan con su propia estrella en este concurrido boulevard de Los Ángeles, por lo que Penélope se mostró muy agradecida por haber podido entrar en este selecto club de famosos. En su discurso, la actriz tuvo palabras de agradecimiento para los directores que creyeron en ella, entre los que citó a Fernando Trueba, Pedro Almodóvar, Woody Allen y Bigas Lunas.

La española más internacional también tuvo palabras de cariño para los suyos, especialmente para su marido y su hijo, sus padres y sus "preciosos hermanos". No quiso pasar por alto el apoyo recibido por el pirata Depp, a quien elogió con estas palabras: "Cuando llegué por primera vez a Los Ángeles en 1994 solo sabía decir dos cosas en inglés: '¿Cómo estás?' y 'quiero trabajar con Johnny Depp'. Ahora que lo he hecho dos veces, puedo decir que quiero hacerlo de nuevo".