Los miembros de las casas reales de toda Europa, entre ellos la reina Sofía (tía del novio), los Príncipes de Asturias y las infantas Elena y Cristina, se reunieron ayer en la isla griega de Spetses para celebrar el matrimonio entre el príncipe Nicolás de Grecia, hijo del depuesto rey Constantino, y la suiza Tatiana Blatnik. La intención de los novios, la de que su boda fuera sencilla y familiar, se cumplió. A pesar de los ilustres invitados, 370 en total y de la expectación generada, la ceremonia y el posterior convite se desarrollaron de forma íntima.

En la pequeña iglesia de San Nicolás donde se casaron los novios, él de 40 años y ella, de 29, apenas cabían 30 personas. De forma que el resto, otros 50 invitados, tuvieron que seguir el enlace, celebrado por el rito ortodoxo, a través de unas pantallas instaladas en un patio contiguo.

A pesar del fuerte viento que azotaba por la mañana a la isla, el tiempo acabó acompañando a la celebración. Lo que sí se notaron más en la jornada de ayer fueron las fuertes medidas de seguridad. Entre los invitados más destacables, además de la Familia Real española casi al completo a excepción del Rey, estaban el príncipe de Noruega, Haakon, y la heredera de Suecia, Victoria, acompañada de su recién estrenado esposo, Daniel Westling, así como Guillermo de Holanda con Máxima Zorreguieta. La Reina Sofía, una vez más, deslumbró por su elegancia con un traje rojo con bolero de encajes. Doña Letizia, por su parte, eligió un modelo azul de corte imperio, mientras que la infanta Elena optó por una vistosa chaqueta rosa y Cristina, por un estampado en negro.

La pareja formada por Nicolás de Grecia y Tatiana se conocieron en el año 2003 durante unas vacaciones en el resort de esquí suizo de Gstaad, a través de amigos comunes. Se comprometieron el año pasado y ayer se dijeron, por fin, el 'sí quiero' ante gran parte de la realeza europea.