Pasarela

La familia real despide a Enrique de Dinamarca

La familia real danesa, en el funeral de ayer.

La familia real danesa, en el funeral de ayer. / efe

La familia real danesa y las autoridades del país despidieron ayer al príncipe Enrique, esposo de la reina Margarita II y fallecido hace una semana, en un funeral en la capilla del castillo de Christiansborg de Copenhague. La ceremonia, que duró tres cuartos de hora, reunió a 60 invitados, entre ellos la familia francesa del príncipe y personal de la casa real, y fue oficiada por el confesor de la reina y de su marido, Erik Norman Svendsen.

En su homilía, Svendsen elogió su figura y su papel como apoyo de la reina Margarita, pero resaltó también su desagrado con su rol de consorte y que su relación con los daneses no siempre fue fácil. "El príncipe ha sido él mismo y ha hecho lo que quería: pintoresco, intrépido y francés. A menudo eso tuvo eco en la prensa (...) Por un tiempo, sintió que directamente lo acosaban", dijo Svendsen.

Diez miembros de la guardia real de Dinamarca portaron hasta el coche fúnebre el ataúd con el cuerpo del príncipe, que, siguiendo su voluntad, fue incinerado y sus cenizas esparcidas en el mar y parte depositadas en una urna que reposará en el jardín del castillo de Fredensborg, segunda residencia real y lugar de su muerte.

Por su capilla ardiente, abierta del sábado al lunes, han pasado algo más de 19.000 personas. La casa real danesa ha respetado su deseo de no ser enterrado en la catedral de Roskilde (al este de Dinamarca), rompiendo la tradición centenaria de que los monarcas y sus cónyuges descansen allí, una decisión que obedece a su insatisfacción por no recibir el título de rey consorte.

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