Modelo, musa de David Delfín, empresaria pero, por encima de lo demás, cantante y, sobre todo, madre de dos hijas, Dora y June, que constituyen el motor principal de su vida. Bimba Bosé es una mujer que no deja indiferente, tal y como demuestra en apariciones públicas como la de la presentación de la nueva colección Primavera-Verano de Scholl la cual, para nuestra protagonista, ha sido una de las firmas favoritas de calzado desde que tiene uso de razón.

-¿De dónde viene su fascinación por Scholl?

-Pues fíjate, la primera imagen que tengo me lleva a los siete años. Desde esa edad tenía ganas de unos zuecos que no paré hasta conseguirlos. ¡Me los compró mi madre! Estaba obsesionada con su sonido (risas).

-Ahora están de moda los de diecisiete centímetros, ¿no?

-Bueno, pues quien los pueda llevar, que los lleve. Yo no estoy dispuesta a destrozarme la espalda. Soy parca para eso aunque reconozco que un buen tacón está bien.

-Como sabrá, muchos hombres son fetichistas de eso...

-También hay a quien le gusta el jamón (risas). No se puede ser tan simple.

-¿Daría a alguien un 'zapatazo'?

-A mucha gente. Igual que pasará al contrario. Sé que genero mucho odio por ser como soy pero no pasa nada. Lo acepto.

-¿Tiene usted muchos zapatos?

-Demasiados. Una pitonisa me dijo una vez: "Deshazte de ellos"... Fue la última vez que he ido a una vidente (risas).

-¿Cree en el destino?

-Creo en el destino que se construye, se forja y siembra cada uno. El azar es consecuencia de lo que trabajas.

-¿Qué querría para su propio futuro?

-No te lo voy a decir (risas). Una ocupación estable dentro de mis gustos. Tengo esa suerte.

-De todas las cosas que hace en la vida, ¿cuál es la que mejor la define?

-Sin duda, la de ser madre. Soy una madre trabajadora a toda costa.

-¿Dejaría lo demás por cuidar de sus hijas?

-Sí. Me dedicaría a ello en exclusiva sin problemas.

-¿Cómo están ellas?

-Muy bien. Estupendas. Son muy cómplices.

-¿Sabe la mayor a lo que se dedica su mamá?

-Claro. No es tonta. A mí me pasaba lo mismo. Está en la familia. Lo que sí intento es, sin llegar a la histeria, mantener su intimidad al máximo.

-¿Piensa que, el arte, está en los genes?

-No sé si será así. Desde luego se imprime y, si es verdad que el alcoholismo se hereda, ¿por qué no lo artístico?

-¿Queda algún terreno donde descubrir a Bimba Bosé?

-Espero que no porque he tocado un poco de todo (risas). Me quedo con la música pero lo mismo cualquier día me oriento a la cocina. No me importaría montar algún negocio de eso. Me encanta dar de comer a mucha gente. Es algo que me viene desde siempre. Toda la familia cocina. Incluso mi tío es maravilloso preparando recetas.