Los colores oscuros y la lluvia han marcado este año la fiesta nacional de Mónaco. La jornada comenzó con la tradicional misa a la que acudió la familia Grimaldi al completo, a excepción de Carlota Casiraghi, embarazada de ocho meses. Las celebraciones concluyeron con un desfile de la Armada y el tradicional saludo desde el balcón de Palacio.
A pesar de la sonada ausencia de Carlota, la que sí asistió a la cita, y por primera vez, fue Tatiana Santo Domingo, esposa de Andrea Casiraghi, con el que se casó el pasado agosto.
Presidiendo los actos, los príncipes Alberto y Charlene, ésta última vestida con un original abrigo negro y gris, guantes y una pamela también negra. La única que rompió la tónica de vestimenta oscura fue la princesa Estefanía con un abrigo rosa palo.
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