Tres candidatos para un partido, tres proyectos políticos, dos que brotan del susanismo y otro sanchista, han convertido a la organización del PSOE en Almería en una de las más participativas del país y la única de Andalucía con más de dos aspirantes. Todo un referente de democracia interna que está superando el trámite interno sin demasiado desgaste. Después de una ardua y laboriosa recogida de avales y de una campaña intensa de muchos kilómetros y sin apenas confrontación, un ambiente distendido poco habitual por no decir impropio de los procesos orgánicos del socialismo almeriense, las primarias alcanzan hoy su clímax, sin restar ni un ápice de relevancia al congreso del 21 de octubre, con la llamada a las urnas de los más de cinco mil afiliados en el centenar de agrupaciones de la provincia. La familia socialista almeriense -sólo los afiliados en las agrupaciones locales y no los directos- tendrá la opción de elegir con su voto, sin delegados ni otros representantes intermedios, a su secretario general por primera vez en la historia y lo harán en alrededor de setenta puntos de votación repartidos estratégicamente, en su mayoría en horario de mañana y tarde. Será la fiesta del socialismo, la de un partido que necesita renacer de sus cenizas en la provincia después de más de una década de derrotas electorales frente al PP almeriense.

La campaña llegó ayer a su fin y el balance de todos los candidatos ha sido coincidente en la importancia del mensaje positivo, sin estériles guerras ni juego sucio, que se ha trasladado a las bases, siempre con los populares como enemigo a batir y basado en propuestas e ideas para trabajar por la provincia. "Todas las agrupaciones han estado abiertas y hemos dado un ejemplo a quien pensaba que en el PSOE hay enfrentamiento porque por encima de todo somos compañeros", argumentó el aspirante a la reelección y parlamentario José Luis Sánchez Teruel. "Estoy orgulloso de la madurez del partido, ha estado siempre a la altura con un proceso limpio y una campaña preciosa que nos sirve para dar ejemplo de democracia interna", añade el secretario de Organización, senador y portavoz socialista en el Ayuntamiento de Almería, Juan Carlos Pérez Navas. "La campaña ha transcurrido con ideas, programas y propuestas de tres compañeros para ganarle al PP, sin descalificaciones ni enfrentamientos que sólo nos debilitarían a todos", esgrime el sanchista y exdiputado nacional Antonio López Olmo. Hoy medirán fuerzas en las urnas a la espera de resultar vencedores de unos comicios que apuntan a participación histórica. Ya ocurrió con la recogida de avales en la que lograron movilizar a más del 85% del censo socialista en la provincia, cinco puntos por encima de las votaciones de las anteriores primarias que enfrentaron a Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López. La batalla por el control del PSOE almeriense se antoja igualada, si bien el actual líder de la organización parte con la ventaja de sus seis años en la dirección y del respaldo mayoritario del aparato de la Junta, así como la mayoría de los cargos públicos.

Sánchez Teruel es el oficialista, lo que en Andalucía implica ser el candidato susanista, si bien la tercera vía que representa Pérez Navas también se sitúa en la misma cuerda. Es más, las dos coordinadoras de la campaña de primarias de la presidenta del PSOE-A en la provincia, Vanesa Lidueña y Ainhoa Reina, se han decantado desde un primer momento por el senador. El actual portavoz en la capital tiene detrás a las agrupaciones de Roquetas, Níjar, El Ejido, Viator e Instinción y lo que es más importante, al histórico Antonio Bonilla de Vícar que nunca ha perdido una guerra a escala provincial. El tercero de los candidatos se nutre del tirón de Pedro Sánchez y las pautas aprobadas en el 39 Congreso Federal y asegura que presenta un proyecto radicalmente opuesto a lo que había, es decir, que nada tiene que ver con lo que representan Sánchez Teruel y Pérez Navas, los dos hombres de más peso en la organización desde hace seis años. El que fuera portavoz socialista en Huércal-Overa fue elegido por la familia sanchista que encabezan referentes del socialismo almeriense como Fernando Martínez, Nono Amate y Consuelo Rumí, todos integrados en la ejecutiva y comité federal del nuevo PSOE.